Ir al contenido principal

DESDE LA VISIÓN ARISTOTÉLICA, UN GIRO DECOLONIAL EN EL CONFLICTO ÉTICO-POLÍTICO DOMINICO-HAITIANO, por el autor: RAFAEL DAVID SÁNCHEZ GÓMEZ

FUNDACIÓN DE DESARROLLO E IMPLEMENTACIÓN DE ESTUDIOS ESTRATEGICOS
(FUNDEIMES)
TITULO
DESDE LA VISIÓN ARISTOTÉLICA, UN GIRO DECOLONIAL EN EL CONFLICTO ÉTICO-POLÍTICO DOMINICO-HAITIANO.





AUTOR:
RAFAEL DAVID SÁNCHEZ GÓMEZ
CORONEL EJERCITO DE REPÚBLICA DOMINICANA (DEM)
MÁSTER EN GESTIÓN DE SEGURIDAD, CRISIS Y EMERGENCIAS


SANTO DOMINGO, D. N.
AÑO 2016










NOTA ACLARATORIA:

LAS OPINIONES CONTENIDAS EN LA PRESENTE TESIS, SON DE LA EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE SU AUTOR Y LA INSTITUCIÓN NO SE SOLIDARIZA NECESARIAMENTE CON LOS CONCEPTOS EMITIDOS”.











DESDE LA VISIÓN ARISTOTÉLICA, UN GIRO DECOLONIAL EN EL CONFLICTO ÉTICO-POLÍTICO DOMINICO-HAITIANO. -

«Todos los seres humanos aspiran por naturaleza al conocimiento». Así inicia el filósofo Aristóteles en su obra “Metafísica”,

El pensamiento filosófico de Aristóteles es abarcativo a cualquier área del saber humano, procurando explicar a partir de la razón y la lógica, la naturaleza o la propia interacción humana con su entorno o con la propia sociedad. Es por ello, que en sus cavilaciones y preocupaciones más intensas estuvo siempre presente el dilucidar a través de la reflexión profunda cuales serían los comportamientos y conductas más adecuados para la realización final, en la consecución de vida social. Para el filósofo el fin es eudaimonia, siendo individual mas no aislado, más bien social, según lo explica en la Ética a Nicómaco, procurando explicar desde diversos planos fenoménico y analítico, las bases teóricas que permitirían desde la multiplicidad que hoy en día seria multidisciplinariamente, la consecución de nuestros fines en sociedad, donde no queda otro espacio que no sea la convivencia. Procurando ponderar el aretē como marco referencial, o sea, las virtudes morales, aspirando a la excelencia, valores, la sensatez, lo justo. Siempre desde punto de vista razonable y practico, con una perspectiva desde lo individual a lo colectivo (el hombre es un animal social); por eso no separa Ética de Política, con sentido planificado no propio de la suerte, sino analizado y crítico para alcanzar la “Felicidad”, algo homologado a la principal aspiración de la “convivencia”, como también el “bien común”, dentro de las principales metas aristotélicas.
La teoría aristotélica de las causas, explica según la escolástica, una sumatoria de causas, tales como la causa material o materialis; la forma o modelo (causa formalis), la iniciativa o razón noble para involucrarse en esta, así como la calidad material (causa efficiens: 'causa eficiente'); la causa del «para qué» o el objetivo (causa finales: 'causa final'), ... A partir de ella podemos entender la explicación de un todo que se explica de forma razonable sin dejar espacio a las hipótesis teológicas o míticas.

LA EUDAMONIA EN CRISIS: CASO DOMINICO-HAITIANO.

La relación dominico-haitiana históricamente ha girado en torno al conflicto, naturalmente justificado en los hechos históricos que implicaron invasiones (1801-1805), ocupación haitiana (1822-1844), conflagraciones (guerra de independencia 1844-1856), violencias fronterizas (Masacre del Perejil, ordenada por el dictador Trujillo, 1937). En la actualidad existe una constante inmigración irregular a territorio dominicano motivada por razones laborales, inestabilidad política en el Estado haitiano, extrema pobreza de su territorio, una política migratoria y controles migratorios de itinerante ejecución que permiten la porosidad fronteriza.
La razón principal por la cual emigran los haitianos hacia República Dominicana es la búsqueda de un bienestar económico o mejor forma de vida, a través de la contratación laboral, por lo que de las 570,000 personas que trabajan en el sector agrícola, 18 % es de origen haitiano; de los 248,000 en la construcción, el 29 % es haitiano. Lo mismo ocurre con el 5.4 % de la mano de obra en el comercio, el 3.7 % de la industria hotelera y el 2.6 % de la manufactura, según la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI, 2012), de la Oficina Nacional de Estadísticas, (ONE). Durante los años comprendidos entre el 2000 y el 2014, la mano de obra haitiana aumentó en más del 440 %, superando a la dominicana, que aumentó solo un 35 %, según datos del Observatorio del Mercado Laboral Dominicano (OMLAD), del Ministerio de Trabajo de República Dominicana. Las remesas procedentes de fuentes laborales haitianas se constituyen en una vía que genera y representa desarrollo económico para el ingreso del Estado haitiano.
La crisis medioambiental del territorio haitiano, representa una situación de crisis energética donde sus modos y medios productivos se aferran a recursos primarios como los ausentes bosques, que gravita en la erosión del suelo, según la Convención de las Naciones Unidas contra la Desertización (UNCCD), tema que incide radicalmente en la problemática migratoria y en la explotación de los bosques cercanos en territorio dominicano.
El flujo constante de inmigrantes haitianos hacia República Dominicana ha constituido una comunidad haitiana de más de 600,000 personas en el país (PNUD, 2010) y para otros más de un (1) millón de inmigrantes haitianos, según el Informe ATTALI (2010). Durante el año 2015 se realizó el Plan de Regularización de Extranjeros, de los cuales solo 188,000 haitianos calificaron en dicho plan, por lo que se deduce la gran cantidad de nacionales haitianos que habitan en suelo dominicano de manera irregular o ilegal. Según un levantamiento realizado por las autoridades del CESFRONT, la proporción de habitantes haitianos en la zona fronteriza es: Monte Cristi, 445; Dajabón, 2,601; Elías Piña, 4,433; Independencia, 3,034 y Pedernales, 2,129. 
La violencia, ya sea por acciones vandálicas que involucren a nacionales haitianos o dominicanos en cualquiera de los tráficos ilegales transfronterizos, dígase carbón, drogas, armas, tratas de personas, etc., o simple delincuencia común, se disemina entre las todas las provincias fronterizas y en ocasiones tienen repercusiones nacionales: se encienden como pólvora, se entremezclan con las razones históricas e identitarias y generan conflictos violentos de profundas diferencias culturales navegando en las palabras de los discursos contestatarias de ambas naciones.
Algunos actos de violencia ocurridos en la zona fronteriza, que implican muertes de ambas naciones, situaciones que exacerban los ánimos y tocan fibras identitarias, en una zona de convergencia y antagonismo culturales, que mantienen latentes los niveles de conflictividad.
De modo, que estamos frente un esquema fatídico y conflictivo, representado por una sumatoria de causas: materialis; formalis, efficiens y finalmente causa finalis....

SOBRE POLITICAS PÚBLICAS: UNA CAUSA   FORMALIS.

La convivencia en la zona fronteriza ante la ausencia de una estrategia nacional de promoción de una cultura de paz que involucre políticas públicas en ese sentido que mitigue la propensión a la violencia, permite la ocurrencia de situaciones conflictuales o violentas de forma ocasional. Las políticas públicas de corte cultural deben constituirse en medios creadores de una cultura de paz que abarque desde la conflictividad hasta la aplicación de una filosofía de interculturalidad en todo sus análisis. La incidencia de la “violencia y la criminalidad” en la sociedad es un fenómeno complejo, en cuyo origen puede encontrarse, en la vulnerabilidad social, y dentro de esta, la pobreza y la exclusión social, las deficiencias educativas, los bajos ingresos, la deficiencia de servicios de salud, altas tasas demográficas, la carencia de viviendas adecuadas, los malos servicios públicos básicos.
Una intervención efectiva para reducir la vulnerabilidad social mediante la reducción de la pobreza y la exclusión social es necesaria para que se produzca una “cultura de solidaridad y de intolerancia social” a la violencia y la criminalidad. Para que existan efectivas políticas públicas es necesario las coordinaciones integrales, entre Gobierno Central, Legislativo y Municipal.
Las políticas públicas, según Corinne Laurre, autora del ensayo Analyser les politiques d”environnement, “las que se constituyen en una concatenación de actividades, decisiones o medidas coherentes en su intención tomadas principalmente por los actores del sistema político administrativo de un país con la finalidad de resolver un problema colectivo”, por lo que nos abocamos a las decisiones correspondientes dentro de la intención de los integrantes del poder político administrativo de la nación dominicana y las de su par fronterizo Haití, a fin de reducir los niveles de pobreza, subdesarrollo y porosidad de los controles fronterizos, así como también cualquier otra situación que incida en la inseguridad pública de la región en cuestión.     
La ejecución de manera masiva de políticas inclusivas de construcción de viviendas e infraestructuras para la agricultura comunal en toda la margen fronteriza a fin de detener el abandono de los pueblos fronterizos de parte de los dominicanos, espacios que luego son ocupados por haitianos. Esta última situación se agrava entre Pedernales y Elías Piña, con solo una presencia de dominicanos de 10 %, el 60 % haitianos y un 30 % arrayanos (de ascendencia mixta). Estas políticas deben ser acompañadas de medios de producción agrícolas para proporcionar medios de subsistencias locales. Según la Oficina Nacional de Estadísticas (2013), existe un total de 2,420 familias haitianas que viven ilegalmente en la frontera, en territorio dominicano.




SOBRE LA CULTURA: UNA CAUSA  MATERIALIS.

Desde el punto de vista filosófico la cultura no se puede ponderar descriptivamente, aunque debemos resaltar que en la revolución del pensamiento de Kant la cultura consiste en invertir la relación usual entre el conocimiento y lo conocido. Además, Kant considera las actuaciones éticas y lo juicios estéticos como parte de ésta. Para algunos hablar de cultura de un pueblo, no es más que hablar de “todo su que hacer” y para esto es constituido por todo lo material capaz de ser realizado por un pueblo. Así que sus valores y actitudes quedan circunscritos dentro de este concepto. Es decir, que forman parte de la cultura de un pueblo su lengua, su música, su religión, sus costumbres, sus hábitos, etc.
La cultura es esencial para entender todo proceso conflictual entre naciones, porque en sus razones se encuentran las frustraciones y ambiciones que desembocan en conflictos y posibles conflagraciones armadas. La cultura de los pueblos, es dinámica y en ella interactúan los individuos con sus experiencias, entremezclándose desde la identidad nacional hasta sus aportes individuales a la conformación transformadora y dinámica de la misma. Es decir, que cada individuo realiza aportes a la cultura, basándose en su experiencia e inclusive su educación. Estos aportes van desde la cultura social hasta la cultura material[1]
Conocer hoy en día el concepto de cultura es esencial para conocer las razones que conllevan al conflicto, pero además las acciones de los “actores, organizaciones e instituciones” que procuran control e influencias de las esencias o sentidos, o los valores esenciales de la misma cultura. Por tanto, las estrategias y finalidades de dichos actores toman como objetivo y como blanco estos sentidos propugnando por cambios culturales en pro de sus propios intereses[2]. La cultura se desarrolla y se comparte en una comunidad o grupo social, es decir, que esa misma cultura particular de una comunidad, interactúa con la cultura universal. La cultura según sus niveles de interacción puede ser cultura nacional, regional, cultura religiosa, etc. Desde la perspectiva antropológica, la cultura es un proceso universal, pero con realidades regionales y locales especificas, (J. García y F. Figueroa, 2007), por tanto, cada grupo humano tiene una cultura única, pues posee un mismo territorio, una misma lengua que permite su desarrollo. Para el sociólogo Levi-Strauss la cultura es “todo conjunto etnográfico que desde el punto de vista de la encuesta de terreno presenta, en relación con otros, diferencias significativas cuyos límites coinciden aproximadamente” (Levi-Strauss, 1958: 351). Este define que en la cultura inciden medios que la construyen, siendo una realidad empírica, histórica que se manifiesta a través de una permanencia y temporalidad a la vez, existiendo todo tipo de interacciones que conllevan a los cambios.
          La cultura del conflicto se refiere a normas, prácticas e instituciones específicas de una sociedad relacionada con la conflictividad. La cultura de un conflicto se encuentra conformada por todo aquello que la gente lucha dentro de una sociedad, los rivales contra quienes luchan y el resultado de las contiendas y que por tanto lo que la gente considera de valor y digno de lugar por ello[3] .  Es necesario resaltar que la violencia se genera dentro de los conflictos políticos en la colectividad implicada, esto no quiere decir que no ocurra de manera individual, ya que lo individual implica la participación de terceros y de una generalidad. La capacidad humana para el conflicto y la violencia están ligadas íntimamente a la evolución social. Sus manifestaciones son verificables en la interacción de las relaciones grupales de la convivencia fronteriza dominico-haitiana.  
         La educación posee gran incidencia en la identidad nacional considerándose tradicionalmente que el nacionalismo era el marco de la concesión del Estado-nación, o sea como un asunto establecido exclusivamente estático a partir de lo étnico desde un tiempo de surgimiento remoto y una limitación territorial y todo ello caracterizado por la invariabilidad. Sin embargo, existe una nueva concepción de la nación como una comunidad política imaginada y a la nacionalidad como al nacionalismo como artefactos culturales (Anderson, 1983). De manera que estos conceptos implicaban que la nación construye su propia identidad nacional de igual manera se concibe que la misma sea inventada. Anderson define la identidad nacional como un concepto que se construye social y culturalmente y por tanto significando que existen diferentes experiencias de nación. Dicho proceso de construcción de la nación implica la realización de rituales colectivos y practicas simbólicas creando de esta forma una conciencia de pertenencia a una nación (Hobsbawn, 1983).

         Los símbolos y rituales no solamente incluyen monumentos, conmemoraciones, sino que además incluyen lugares de memorias y cualquier otro medio que sirva para representar las diferentes visiones de la nación que ayuda a las personas a representarse en la nación y a constituir la comunidad nacional. Estas nuevas concepciones han ayudado a partir de las líneas de estudios a aplicar medios de educación que incida en el proceso de formación de la identidad nacional, incidiendo en la educación desde la enseñanza tradicional geografía, historia, lengua nacional, educación moral, que implicaban el despertar de los sentimientos nacionales. De modo que la cultura se construye e incide material y socialmente en las naciones.

LA FILOSOFÍA DE LA INTERCULTURALIDAD: UNA CAUSA EFFICIENS, COMO INICIATIVA RAZONABLE.

La Interculturalidad como filosofía procura explicar una realidad humana posible a fin de proporcionar elementos de diálogos, que propicie un proceso de comunicación e interacción entre habitantes de distintas culturas, en procura de lograr su convivencia e integración.
En la actualidad en el proceso de elaboración y diseño de políticas públicas propias de Estados y regiones multiculturales se ventila los estudios interculturales a través de los medios educacionales estatales; sin embargo, toda actividad humana en nuestra época del siglo XXI implica su atención y aplicación debido a los grandes flujos migratorios y transito humano de nuestra época. Sus grandes antecedentes teóricos lo fueron las investigaciones sobre Modelos de Comunicación de Masas y las teorías de Comunicación Intercultural.
La Interculturalidad no es un proceso que evitaría los conflictos entre los intereses particulares interculturales; pero fomenta los medios para la concertación y el dialogo, convirtiéndose así un proceso de gestión de la ciudadanía como lo define Almaguer, Vargas y García (2009), en su investigación sobre la “Interculturalidad en Salud”. La interculturalidad envuelve conceptos como la cultura, el idioma, los intereses nacionales, sistemas políticos y económicos, mecanismos sociales, las hegemonías ideológicas, posibles medios discriminantes, y cualquier medio de exclusión. Por tanto, la Filosofía Intercultural se convierte en la gran plataforma que permitiría la aplicación efectiva de las políticas públicas a través un medio que hace posible la convivencia y la integración local y regional, al ser viable ante una situación agravada entre los dos pueblos que ocupan la Isla La Española, yendo más lejos alternativamente, frente a la opinión de algunos, de que la solución entre estas; no es más que una Aporía filosófica. 
Es por ello que la filosofía de la interculturalidad se constituye en el lenguaje de entendimiento para la aplicación de estas políticas públicas en la zona fronteriza dominico-haitiana.  Esta nueva propuesta rompe con la confrontación histórica que, como norma, ha marcado las relaciones de ambas naciones; pero en el marco de la subsistencia y las demandas de la globalización, las nuevas relaciones implican el entendimiento, el dialogo y la cooperación entre ambos países.
 En tal sentido con el diálogo como medio de entendimiento entre ambos lados de la frontera resulta más fácil la aplicación de todo tipo de medidas que implique cooperación entre las comunidades fronterizas y sus autoridades nacionales, a fin de reducir situaciones que degenerarían en conflictos. En un ambiente de pobreza y escasez material, las circunstancias resultan proclives al conflicto.

LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL O CAUSA FINALIS DEL «PARA QUÉ»

Según Mauthua constituye el problema central del Derecho Internacional que implica una deficiencia relativa. Autores y estudiosos internacionalistas como Ripert y Salvioli (positivistas) o Schoen y Strupp (ius naturalistas) afirman que la “Soberanía no puede ser compatible con la responsabilidad del Estado). Lo que sería lo mismo afirmar que no existe obligatoriedad en la Comunidad Internacional ni ningún deber de los Estados. Liszt, Borchard y Lauterpacht clasifican la Responsabilidad Internacional en directa e indirecta. Según el artículo 7 de la Convención de la Haya (1907) se consagra el concepto de Responsabilidad Internacional como la “obligación de asumir” las consecuencias de un acto con arreglo internacional.
Dentro de la Responsabilidad Internacional los derechos fundamentales del Estado implican el cumplimiento simultáneo del Deber. Los Estados involucrados en la  frontera dominico-haitiana al margen de la realidad material que poseen, tienen una gran problemática social, con incidencia en la  migración,…a fin del logro  convivencial en esta zona, y el logro de unas buenas  relaciones inter-estatales dominico-haitianas se deben preconcebir dentro del sentido de la Responsabilidad Internacional compromisos de mutuos acuerdos en los que la Comunidad Internacional sea compromisaria y garante de dichos procesos, respetando la integridad de las distintas “soberanías” involucradas.


CONCLUSIONES

Dentro de las relaciones dominico-haitianas, ha imperado durante años, un alto índice de conflictividad, sea por razones históricas, razones geopolíticas, asimetría de recursos materiales, ambientales o por razones focalizadas en algún aspecto cultural. Hoy en día, los niveles de tensión fronteriza han continuado y se han incrementado alrededor del tema migratorio, convirtiéndose la Filosofía de la Interculturalidad en un lenguaje de entendimiento. Esta nueva propuesta rompe con la confrontación histórica que, como norma en las relaciones de ambas naciones, han estado marcadas por los conflictos fronterizos; pero en el marco de la subsistencia y las demandas de la globalización, las nuevas relaciones implican el entendimiento, el dialogo y la cooperación entre ambos Estados. En tal sentido con el dialogo como medio de entendimiento entre ambos lados de la frontera, resulta más fácil, la aplicación de todo tipo de medidas, que implican cooperación entre las comunidades fronterizas y sus autoridades nacionales, a fin de reducir situaciones que degenerarían en conflictos. En un ambiente de pobreza y escases material, las circunstancias resultan proclives al conflicto.
La visión del pensamiento ético-político de Aristóteles procura la buena organización de la vida en común, o la convivencia, y durante la realización, o el hacer en la vida individual o colectivo (Estatal),..la Ética (en procura de la moral). Según este; el bien y la felicidad, son los fines de la dimensión social del ser humano, siendo social por naturaleza, no por razones históricas, económicas o culturales, sino por su esencia.
Solo con una propuesta interdisciplinaria con bases filosóficas aristotélicas que puedan estudiar los conflictos éticos-políticos estatales desde verdaderas dimensiones económicas, sociales, ecológicas y culturales, podríamos proporcionar un real giro decolonial eficiente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ABOU, S. (1981) L’ identité culturelle, Anthropos, París.

Alvar, Jaime (1989). El contacto intercultural en los procesos de cambio, Universidad Complutense, España.


Almaguer, J. Alejandro; Vargas Vite, Vicente; García, Hernán, (2009). "Interculturalidad en Salud". 2a. Edición. México, UNAM.

Anderson, Benedict te, Dominique (1974). Le français national: Politique et pratique de la langue nationale sous la Révolution. Paris: Hachette.
Cañedo-Arguelles, Teresa (2006). Sobre la Identidad Dominicana, Universidad de Alcalá, Madrid, España.
Cedeño, Carmen; Lozano, Wilfredo (1993), La cuestión haitiana en Santo Domingo: migración internacional, desarrollo y relaciones inter-estatales entre Haití y República Dominicana, FLACSO: Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami. Santo Domingo, República Dominicana.

Cornielle, Carlos (1980).Proceso Histórico Dominico-Haitiano: Una advertencia a la juventud Dominicana. Santo Domingo, República Dominicana. Primera Edición, Publicaciones  América, S.A.

Chávez, Gina (2009). Estados Multiculturales y Conflictividad en el Siglo XXI: Las Salidas Institucionales, Universidad de Valencia. España.
Directiva de Seguridad y Defensa, Decreto 189-07, (2007).Santo Domingo, República Dominica.

Del Pozo,  María del Mar  (2008).  Presentación,  Educación y Construcción  de las Identidades  Nacionales. Ediciones Universidad de Salamanca. España. (pag. 27-36)

Erickson, Erick (1968, 1974). Identidad, Juventud y Crisis. Buenos Aires: Editorial, Paidós.

Gellner, Ernest (1983). Nations and Nationalism. Oxford: Basil Blackwell.

Gutiérrez, Antonio (2007). Santo Domingo Colonial: Estudios históricos siglos XVI al XVIII. Santo Domingo, República Dominicana.

Habermas, Jurgen; Held, David; Kymlicka, Will (2005), Declaración de Granada sobre la globalización, El País.

Huntington, Samuel P. (2004). ¿Quiénes somos?. Los Desafíos a la identidad nacional estadounidense. Barcelona, España. 1ra. Ed., Editorial Paidos Iberica, S.A.

Kluckhohn, Clyde (1949 y 1984). Antropología. Fondo de  Cultura Económica. Segunda impresión.

Kroeber, Alfred (1995): “Lo superorgánico”. En: Kahn, J.S. (comp.): El concepto de cultura. Anagrama. Barcelona.

La Real Academia Española (2010).Diccionario de la Lengua. Madrid, España. Asociación de Academias la Lengua Española. Edición  23.

Lebrón, Mariano (1994). Historia de La Cultura Dominicana. Santo Domingo, República Dominicana: Editora Taller, C. por A.

Lévi-Strauss (1958 y 1983). Antropología Estructural. Universidad de Chicago. Volumen 2. Chicago, USA.

Lewis, O. (1961), Antropología de la Pobreza, Cinco Familias. México, Fondo de Cultura.

Marc, Howard (1995). La cultura del conflicto. Barcelona, España: 1ra. Edición. Editorial Paidos.

Mariñez, Pablo (1992). Procesos de Integración e Identidad Cultural en el Caribe. Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica.

Paris, Sonia y Martínez, Vicent (2009), Interculturalidad y Conflicto. Una Perspectiva desde la Filosofía de la Paz, Universitat Jaume I, Castellón de la Plana, España.

Rivera, Ana María. (2000) “Cultura”. In: L’Imbroglio ethnique, Payot- Lausanne, París.

Rocchietti, Ana María (2008). La cultura como Verdad: Pobreza Latinoamericana. República de Argentina: Nómada. 

Silie, Rubén; Segura, Carlos; Dore, Carlos (2002), Hacia una visión de la Frontera y de las relaciones fronterizas, FLACSO, Santo Domingo, República Dominicana. Primera Edición, Santo Domingo, República Dominicana.

SUR, Serge. (2002) “Hegemonía, imperialismo leadership’Annuaire francaise de Relations Internationales”, Editions Bruyland, Bruselas.


Wieseltier, Leon (1998). Kaddish. Washington, D.C.
        




[1] S. Abou, (1981).L’identite culturelle, Anthropos, Paris.
[2] J. García y F. Figueroa, (2007).”Cultura,” Interculturalidad, transculturalidad: Elementos de y para un Debate. Antropol. sociol.
[3]Wildavsky, 1991 y 1992

Comentarios

Entradas más populares de este blog

LIBRO BLANCO PARA LA DEFENSA Y SEGURIDAD NACIONAL DE REPÚBLICA DOMINICANA

UN LIBRO BLANCO PARA LA DEFENSA Y SEGURIDAD NACIONAL DE REPÚBLICA DOMINICANA . Por: Capitán de Fragata Elvis Abreu Encarnación, ARD, (DEMN) ¿Qué es el Libro Blanco para la Defensa y Seguridad Nacional? El origen del término libro blanco, proviene de la cultura inglesa, a los documentos de origen parlamentario como informes o anuncios de ciertas políticas de estado se les nombraba como white paper, un ejemplo de esto fue, que durante el mandato de Inglaterra sobre Palestina se crearon 3 libros blancos, como dato histórico se cita que en 1948 el gobierno inglés publicó un Libro Blanco , que restringía la inmigración judía y ofrecía la independencia de Palestina al cabo de los 10 años de su publicación. . Los libros blancos son publicaciones de carácter oficial, donde el gobierno expone una política o propone un curso de acción sobre un tema de interés nacional, este libro puede ser, según la doctrina inglesa, una consulta a los detalles de una nueva propuesta legislati

SITUACIÓN HAITIANA Y SU VECINO DE AL LADO. POR EL CORONEL RAFAEL DAVID SANCHEZ GOMEZ, ERD (DEM), M.A.

SITUACIÓN  HAITIANA Y SU VECINO DE AL LADO. CORONEL RAFAEL DAVID SANCHEZ GOMEZ, ERD   (DEM), M.A. El “dejar hacer”…interno o externo del vecino es posible que sugiera un…lebensraum? Frente a un panorama de dejadez interna o externa algunos sugieren que no existen responsables,…mientras otros ya creen que existe una especie de lebensraum haitiano que subyace en la justificación de una sociedad desesperada y una elite interna sin ninguna respuesta, apoyándose en un “…dejar hacer o dejar pasar”…ya que interna o externamente seria una alternativa frente al peor de los problemas…una gradual emigración masiva. Lebensraum es el término alemán que significa espacio vital, y que fue acuñado por Frederick Ratzel, donde este estableció la relación que la existencia de un estado quedaba garantizada por la disposición de espacio suficiente para atender a las necesidades de esta. Ratzel es considerado como el iniciador de la escuela determinista en la Geopolitica, según el, los Est