INCIDENCIA DE LA IDENTIDAD CULTURAL EN LOS CONFLICTOS ETICOS Y POLITICOS: EL CASO HAITI- REPÚBLICA DOMINICANA.
FUNDACIÓN
DE DESARROLLO E IMPLEMENTACIÓN DE ESTUDIOS ESTRATEGICOS
(FUNDEIMES)
TITULO
INCIDENCIA DE LA IDENTIDAD CULTURAL EN LOS CONFLICTOS ETICOS Y
POLITICOS: EL CASO HAITI- REPÚBLICA DOMINICANA
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN REALIZADO PARA EL PROGRAMA DE
MÁSTER CONDUCENTE AL DOCTORADO “FILOSOFÍA
EN UN MUNDO GLOBAL”, Curso Académico: 2009-2010 DE LA UNIVERSIDAD DEL PAIS
VASCO / EUSKAL HERRIKO UNIBERTSITATEA.
AUTOR:
RAFAEL
DAVID SÁNCHEZ GÓMEZ
CORONEL EJERCITO DE REPÚBLICA DOMINICANA
(DEM), M.A.
MÁSTER EN GESTIÓN DE
SEGURIDAD, CRISIS Y EMERGENCIAS
SANTO
DOMINGO, D. N.
AÑO 2015
NOTA ACLARATORIA:
“LAS OPINIONES
CONTENIDAS EN LA PRESENTE TESIS, SON DE LA EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE SU
AUTOR Y LA INSTITUCIÓN NO SE SOLIDARIZA NECESARIAMENTE CON LOS CONCEPTOS
EMITIDOS”.
ÍNDICE
GENERAL
Pág.
Titulo del Trabajo de Investigación i
Tutor ii
CAPÍTULO I
METODOLOGIA
1.1 Objetivos. 1.1.1 General.
1.1.2 Específicos.
1.2 Hipótesis.
1.3 Estado de la Cuestión.
1.4 Tipo de Investigación.
1.5 Métodos de Investigación.
1.6 Técnicas de Investigación.
1.7 Análisis de la
información recolectada.
CAPÍTULO II
MARCO TEORICO
2.1 Antecedentes de la Investigación.
2.1.1 Bibliográficos.
2.1.2 Antecedentes Históricos.
2.2 Bases
teóricas.
2.2.1 Elementos
constitutivos de la Cultura de los Pueblos
2.2.1.1 La
identidad cultural de los Pueblos
2.2.1.1.1 La incidencia religiosa en la Identidad
2.2.1.1.2 La cultura del conflicto
2.2.1.1.3 Manifestaciones
de violencia y sus
Incidencias
culturales
2.2.1.2 La Pobreza
y su incidencia cultural
2.2.1.3 Discursos
contestatarios y Discursos
Integracionistas
2.2.1.4 Conflictos Éticos y Políticos
2.2.1.5 Educación e identidad
nacional
CAPÍTULO III
3.1 Análisis comparativo
CONCLUSIONES
Y RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
ANEXO I
Modelo de Entrevistas aplicado a personas que generan opinión
Publica
DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS
1.1 Objetivos.
1.1.1 General.
Determinar la incidencia de la identidad cultural en los
conflictos éticos y políticos entre la Rep. Dominicana y la Rep. De Haití.
1.1.2 Específicos.
·
Estudiar las razones de las
últimas confrontaciones violentas entre haitianos y dominicanos en suelo
dominicano.
·
Analizar los elementos de la
identidad cultural vigentes entre ambas naciones y su presencia en las
relaciones conflictuales.
·
Evaluar las acciones integracionistas entre ambas
naciones en el contexto de la globalización.
1.2 Hipótesis
Los distintos choques identitarios entre comunidades haitianas y
dominicanas en los últimos tiempos (2003-2010) implican una tendencia a situaciones
de conflictos éticos-políticos de cierta trascendencia en el tiempo
determinado.
ESTADO DE LA CUESTION
1.3 Estado de la Cuestión
En los últimos años en la Rep. Dominicana se han suscitado niveles
de conflicto entre las comunidades haitianas y dominicanas que convivían en
relativa paz entre ellas, con la reserva de que entre ambas naciones ya
existían experiencias históricas que pudieran conllevar a tendencias
conflictuales.
En ocasiones los discursos conflictuales han sido utilizados de
manera despótica por individuos influyentes en ambas naciones, pero en la
actualidad son escasos. Sin embargo intelectuales de ambas nación enarbolan sus
posiciones nacionalistas. De igual forma activistas de ONG’s internacionales
proclaman sus opiniones exacerbando los ánimos en la opinión pública de ambas
naciones.
La sociedad dominicana ha asimilado la convivencia con la
comunidad haitiana de al menos 600.000 personas; pero no dejemos de mencionar
lo que en la opinión publica y en el momento de la ocurrencia ha afectado la psiquis
del dominicano y lo ha llenado de una indignación colectiva, nos referimos a la
ocurrencia de muertes de dominicanos, brutalmente asesinados por nacionales
haitianos en suelo propio, provocando situaciones conflictuales, o de igual
forma las practicas de manera abierta del vudú haitiano con sacrificios de
animales que también ha originado inquietud social desembocando en situaciones conflictuales
con sus practicantes. Ambos episodios
son tomados como parte de los discursos contestatarios de los actores que más
inciden en el escenario político, religioso y estratégico nacional e
internacional.
Es necesario identificar hasta qué punto el problema es ético, al
afirmarse que los Estados tienen derechos a existir, puesto que en la cuestión
domínico-haitiana, debemos de respetar el derecho a existir de ambas
naciones como Estado, sin que implique la no existencia del otro. Para algunos la
comunidad internacional debe visualizar
dentro del contexto de la globalización
que la problemática dominico-haitiana comprende la situación de un Estado
fallido (Haití) siamés del otro (República Dominicana), donde ambos se
encuentran atrapados, en su condición insular. En tanto que para otros la
problemática dominico-haitiana, implica una violación de soberanía, con el
incremento migratorio irregular hacia la Rep. Dominicana que muestra una debilidad
institucional y cierta incapacidad de articular políticas fronterizas,
situación que ha conllevado en algunos casos a conflictos entre comunidades
haitianas y dominicanas, surgiendo los temores de lo que algunos llaman el fenómeno de la balkanizacion. Para otros,
estos actos de violencia, se reducen simplemente a la necesidad de sobrevivencia. Otros propugnan para que la Rep. Dominicana
reconozca los derechos adquiridos, por haitianos, a partir de una larga estadía en el país aun
sea de manera irregular.
Otros opinan que la problemática dominico haitiana se reduce a una
desnacionalización en los planos territoriales, laborales, religiosos y en la
lengua, a la vez que implica el ejercicio de un monopolio de la compasión de
parte del Estado haitiano, justificando la cuestión en una problemática sicológica
o xenofóbica. Para estos la situación implicaría
el colapso del país y sus riquezas.
Pero ante todo esto podemos
visualizar tres tipos de discursos
conflictuales en el problema dominico haitiano, el primero que sostiene que
entre los dominicanos y los haitianos debe existir una fusión política en una
sola isla, el segundo que propugna por una expulsión masiva de todos los
haitiano del territorio dominicano, el tercero alega que debe existir una
regulación o legalización de aquellos haitiano que en territorio dominicano han
vivido por mucho tiempo y de esta forma poder ser legalizado los que hasta el
momento el Estado Dominicano pudiera soportar en sus sistemas de salud,
Laboral, habitacional, educacional, etc.
Algunos son capaces de decir que este, es un problema político,
económico y diplomático, alegándose que los países ricos ejercen presión hacia
la República Dominicana para que los haitianos
no lleguen hasta ellos. Es decir que en esta problemática se han
generado múltiples opiniones que para sus autores apuntan hacia la razón.
En la época colonial el conflicto entre los habitantes del Este y
los habitantes del Oeste de la isla La Hispaniola, se circunscribían al
contrabando, generándose desde entonces un problema fronterizo. Pero para el siglo
XIX se suscita la situación conflictual
entre dos soberanías distintas de ambos Estados creados, uno en el 1804 (Haití)
y el otro 1844 (Rep. Dominicana), situación en la que la Rep. Dominicana se
había independizado de Haití después de 22 años de dominación, esto también implicaba
que el problema era de tipo estratégico, porque que ciertos sectores elites de Haití alegaban
que la ocupación a la parte Oeste se justificaba para protegerse de la posible
invasión de la metrópolis de la cual se había independizado (Francia).
A partir del siglo XX la situación conflictual gira alrededor de las
migraciones que fueron contenidas en ambos Estados por sus respectivas dictaduras,
pero inmediatamente son eliminadas estas la situación migratoria cobra vigencia
hasta tener la magnitud actual.
Para entender el problema conflictual de este caso es necesario
analizar la casuística imperante en la generalidad de la problemática y de igual
manera para analizar el problema desde el punto de vista filosófico es necesario analizar la percepción de este.
Debemos analizar hasta dónde la diversidad cultural invade los
espacios de soberanía o político y hasta dónde lo conflictual es identitario o
cultural.
Todo análisis debe ser ponderado en el contexto de colaboración entre ambas
naciones en el marco de la globalización. Además hay que analizar cómo ha
influido en la relación dominico-haitiana la ocurrencia en Haití del terremoto
del 12 de Enero del 2010 y sus efectos bajo el manto de la solidaridad del
dominicano como el primer actor involucrado en las ayudas materiales y de
esfuerzos humanos de primera mano.
Es por ello que nuestra investigación requiere verificar,
contactar, analizar y medir generalidades y detalles como los siguientes.
- Los niveles de discursos conflictivos en ambas naciones.
- Hechos de conflictos entre ambas naciones.
- Verificación de lo identitario en los discursos renovados.
- Verificar hasta qué punto la escasez de recursos influyen en
los conflictos.
- Analizar los mensajes públicos contestatarios.
- Contactar personajes que producen esos discursos. Los que
generan opinión pública.
- Identificar si lo identitario constituye el principal
elemento de tendencias a los conflictos entre ambas naciones.
- Niveles de agresividad de la sociedad haitiana y dominicana
- Si sólo es una manipulación de los medios la imagen de los
inmigrantes haitianos de asesinos despiadados después de la ocurrencia de
algunos casos
- Discursos integracionistas.
- Razones históricas de conflictos.
- Diferencias culturales entre ambas naciones.
- Percepción sicológica haitiana frente a la muerte en su
cotidiana sobrevivencia.
Con esta investigación se pretende
responder las siguientes preguntas:
1.
¿Cuáles son los principales
elementos de la identidad cultural de la República Dominicana y Haití?
2.
¿Cuáles son los últimos y
principales hechos de confrontación entre las comunidades haitianas y
dominicanas en el país?
3.
¿Cuáles son las principales
razones teóricas que explican tendencias de conductas sociales de conflictos?
4.
¿Cuáles son los últimos y
principales eventos integracionistas entre los dos países (Haití y Rep.
Dominicana), en el contexto de la globalización?
5.
¿Cuáles son las principales
características de las últimas confrontaciones entre las comunidades haitianas
y dominicanas?
MARCO TEÓRICO
2.1 Antecedentes de la investigación
2.1.1 Bibliográficos
La recopilación de información respecto a estudios sobre la
incidencia de la identidad nacional en los conflictos entre dominicanos y
haitianos es muy reducida en su contenido general. Por tal razón, se ha
utilizado material de apoyo de otras fuentes documentales que han analizado
aspectos relacionados con la seguridad nacional y materiales de análisis sobre
conflictos culturales.
Pared, Sigfrido (2006). Seguridad, Defensa, e Identidad
Nacional. Santo Domingo, República Dominicana: 1ra. Edición. Editora Corripio C
x A.
En este estudio el autor procura enfatizar los
aspectos culturales como la identidad que crean la conciencia nacional y al
decir del mismo proporciona los valores nacionales.
Sandoval, Freddy (2006). La Seguridad,
todas sus dimensiones. Santo Domingo, República Dominicana: 1ra. Edición. Impresora Azteca.
En este volumen, su autor asume la tarea de
esclarecer y dimensionar el concepto de seguridad, interesado en desarrollar
una conciencia ciudadana y estimular el debate necesario en torno a la
definición de una política, un código, una estrategia y una estructura de
seguridad nacional, que no niegue, sino que presuponga e integre toda la
multiplicidad de factores, que hacen parte del universo de contingencias,
riesgos y emergencias a que está expuesto un Estado.
Marc, Howard (1995). La cultura del conflicto.
Barcelona, España.: 1ra. Edición. Editorial Paidos.
En este volumen el autor desmitifica el
conflicto y explica toda la fenomenología de este término a la luz del análisis
ponderado y las ciencias sociales.
Soto, José M. (1998). Seguridad, Defensa y Democracia.
Santo
Domingo República Dominicana: 1ra Edición. Editora
Taller, C. por A
En este estudio comparado de apuntes
profesionales el autor compila y analiza los conceptos emitidos por teórico de
los temas más importantes para la comprensión de la temática fronteriza y de
identidad cultural.
Lebrón, Mariano (1994). Historia de la Cultura
Dominicana. Santo
Domingo, República Dominicana: Editora Taller, C. por A.
En este tomo el autor recoge los aspectos
escritos de la cultura dominicana que se refiere primordialmente a las expresiones
escritas de la literatura dentro del contexto histórico, político y social.
Lara, Erasmo
(2004). Dialogo sobre el futuro dominicano, Santo
Domingo, República Dominicana: Editora Búho.
Este es un diálogo como su nombre lo indica
entre actores generadores de opinión pública en los ambientes intelectuales
sobre temas de actualidad que pululan desde lo cultural hasta lo inminentemente
inevitable como es el proceso de la globalización.
Del Pozo, María del Mar (2008).
Presentación, Educación y Construcción
de las Identidades Nacionales. Ediciones Universidad de
Salamanca. España. (pag. 27-36)
.
2.1.2 Antecedentes Históricos.
Los antecedentes históricos de la problemática dominico-haitiana
no se inician con la ocupación haitiana a la parte oriental de la isla el 9 de
febrero del 1822, sino que sus raíces se encuentran ubicadas más “abajo” en la escala del tiempo.
Podemos decir que se puede visualizar el problema de identidades
culturales aferrado a un problema de frontera, desde la época colonial de la
isla, o sea que el problema fronterizo tiene una antigüedad de casi 400 años prácticamente
ininterrumpidos hasta nuestros días (Sanchez,1946) y casi de igual forma se concibió un problema
de identidad y soberanía cuando desde el siglo XVII grupos de aventureros
franceses que se habían ubicado en la isla Tortuga (Peña Batlle, 1951) al norte
de la Isla Española pasaron a ocupar tierra firme de la parte occidental de
esta, razones que de inmediato proyectaran los conflictos posteriores con los
ocupantes de la parte oriental, los criollos de ascendencia española,
considerados los habitantes legítimos, es decir que encontramos dos identidades
culturales en juego, la española y la francesa, pero matizadas por el contexto
del criollismo.
Con la llegada de los negros africanos en el siglo XVI a la isla
Hispaniola, se produciría en el tiempo, una mezcolanza étnica con los criollos de ascendencia
española, que habitaban la colonia, mas el
componente indígena, ya existente como habitante anfitrión que se fusiona al
criollo español de forma mas fácil que la etnia negra. Es a partir del
cimarronaje, consistente en la huida o abandono de los negros esclavos fuera de
los centros de explotación (ingenios y plantaciones de azúcar), hacia los zonas
montañosas que se crean comunidades de mayoría negra. Debemos resaltar que para
finales del siglo XVIII en la parte
occidental se produce la revolución negra en la colonia
francesa de Saint Domingue (1791).
De hecho las dos metrópolis involucradas Francia y España
incidieron radicalmente en las nuevas culturas locales; pero de igual forma lo
hicieron las ascendencias culturales africanas en las nuevas entidades
culturales de los dos polos poblacionales de la isla (occidental y oriental).
Al final del siglo XVIII la población negra de la parte occidental
se subleva ante la minoría blanca (1791) como ya hemos dicho, logrando su
independencia en cruentos combates de mucha sangre derramada para el año (1804),
siendo el primer país que logra tal hazaña en la América española.
El 9 de febrero del 1822, la parte oriental de la Isla es ocupada
por el Ejército de la recién creada nación denominada Haití, ocupación que
duraría 22 años.
El 27 de febrero del 1844 nace la República Dominicana al
independizarse de la ocupación haitiana. Este pueblo había tomado por gentilicio
el denominado “dominicano” desde el siglo XVII, por los monjes dominicos
quienes los adoctrinaron en la fe católica, predominando la ascendencia hispánica que se imponía a los
demás rasgos culturales.
Los criollos de la isla habían creado organizaciones militares o
milicias con el fin de defender sus costas y fronteras, contra las agresiones
externas, principalmente la de los aventureros franceses e ingleses, durante
todo el siglo XVII y XVIII.
Frente a las agresiones de los franceses que se habían ubicados en
la parte Este de la isla, el pueblo dominicano no hace más que unirse alrededor de los valores culturales que
como pueblo va forjando. Entre éstos valores podemos encontrar el idioma, la
religión y las costumbres.
En el año 1809, los
dominicanos libran la batalla de Palo Incado, expulsando a los franceses y
ratificando su fidelidad a España como metrópolis colonialista.
Durante los cruento
combates entre las dos naciones, donde una era la República de Haití y la otra
la República Dominicana, se suscitan cuatro campañas militares que definirían la
identidad de cada una de estas.
A partir de entonces los dos pueblos establecen unas relaciones
caracterizadas en el siglo XIX por las luchas y arbitrajes internacionales, por
la aclaración fronteriza, aun en el marco de que el pueblo dominicano definió
su integridad nacional con la restauración
de su independencia después de una
anexión a España (1861-1865).
Está claro que los dos pueblos crearon identidades firmes y
definidas al margen de las metrópolis que las habían patrocinado, Francia
(Haití) y España (República Dominicana).
En el siglo XX la situación de guerra entre ambas naciones, ya
habían pasado a otro proceso. Un nivel de relaciones pacíficas y de aceptación
de sus condiciones entre ambas naciones.
Sin embargo razones que obedecen al interés humano de emigrar son
las que llevan a los haitianos a
explorar en territorio dominicano, principalmente en las cercanías de la frontera de ambas
naciones a principio del siglo XX,
produciéndose una convivencia entre ambas comunidades en todo el alrededor fronterizo.
Podemos acotar en ese sentido que este proceso se da de manera objetiva en el
comercio o en el intercambio de productos. Pero con la debilidad fronteriza se les permitió a comunidades haitianas establecerse en territorio dominicano aun siendo su
condición de estadía de forma irregular.
En una época donde la configuración geográfica y jurídica del
Estado Dominicano en los márgenes fronterizos se encontraba en “pañales”, y se
hacía difícil su establecimiento físico a través de deslindes fronterizos
claros, es cuando ocurre la “matanza de haitianos” ilegales del 1937, durante la dictadura de
Rafael Leónidas Trujillo.
En un contexto de convivencia entre haitianos ilegales
y dominicanos en las poblaciones de la zona fronteriza, las autoridades
dominicanas de ese momento tomaron una decisión
violenta, con la ejecución de la “masacre del 1937”, donde mueren diecisiete
mil personas asesinadas (Páez, 2006), el 14 de octubre del mismo año bajo el
argumento justificado de que el gobierno del dictador Rafael Leónidas Trujillo actuó
de esa forma para contrarrestar la invasión pacifica de los haitianos hacia la
Rep. Dominicana.
En la década de los ’50, con la merma de los recursos naturales en
el lado haitiano, debido a la practica habitual de quemar el suelo y realizar
desmontes forestales que se constituyen en hábitos culturales, junto a la presión de la dictadura
haitiana de los Duvalier (Papa Doc, 1956-71) y (Baby Doc, 1971-86), se reactiva
el deseo de la población haitiana de cruzar la frontera hacia la parte Este de
la isla, o sea, hacia la República Dominicana.
A todo ello hay que decir que además los controles fronterizos
desde entonces nunca habían sido muy rigurosos.
Desde el 1952 hasta la década de los 90 del pasado siglo, grandes
cantidades de braceros haitianos eran traídos a trabajar a la industria
azucarera dominicana y no muchos retornaban a su patria.
Es evidente que hoy en día las razones por las cuales los
haitianos emigran no son solamente por la razón humana de explorar y conocer si
no más bien una razón de supervivencia frente a la situación de pobreza extrema
y alta densidad poblacional en que viven.
Análisis del argumento
Es evidente que dos comunidades se entremezclan entre sí en un
mismo territorio (el dominicano y haitiano), sin abandonar sus propias identidades.
Las identidades se manifiestan siempre y están presentes en todo
el coexistir de ambas naciones y más en medio de la
escasez de recursos naturales o la pobreza de todo tipo.
El marco evolutivo y progresivo de los fenómenos que ocurren en la
existencia histórica de estas dos naciones en una misma isla, son comunes a sus
dos realidades particulares, de modo que ambas desarrollan culturas distintas e
identidades propias que las hacen actuar en diferentes direcciones aunque
matizadas por realidades similares.
Quiere decir esto que si queremos entender las razones de los
conflictos dominicos-haitianos y gravitar en éstos, no sólo debemos cuestionar
y reflexionar sobre las razones objetivas (tales como el Tratado de Basilea,
con el que se justifica la ocupación haitiana de la Rep. Dominicana del 1822),
o las razones que justifican la intensa emigración haitiana hacia la Rep. Dominicana hoy en día, en el entendido de
que ya no es el emigrar por simplemente explorar nuevas tierras de
oportunidades, si no más bien razones de sobrevivencia ante la más feroz
situación de pobreza del continente Americano.
Es necesario ponderar y reflexionar también que existen razones
basadas en la disposiciones psicológicas y culturales de ambas naciones en
particular, en las que según éstas, existen formas que definen cómo estas dos
naciones, según sus condiciones psicoculturales, interpretan los fenómenos y
acontecimientos que les ocurren a ambas y, del mismo modo que interpretan, así
mismo tendrán una reacción ante dichos fenómenos (Northrup, 1989), de manera
muy particular de cada nación.
Los conflictos entre ambas naciones tendrán características
distintas, que van desde las interpretaciones de los hechos por la visión particular
de ambos pueblos hasta los niveles de incidencia de los discursos
contestatarios en el contexto conflictual (Wildavsky, 1991 y 1992).
Para entender a las interpretaciones de los hechos de parte de
cada pueblo, es necesario verificar como son
las primeras relaciones sociales de los individuos que se forman en cada
sociedad tales como la confianza, la seguridad, la eficacia, así como también valores.
Es por tanto ponderable verificar a través de estos elementos los niveles de
conflicto de una cultura como identidad de grupo y su reacción ante los
fenómenos que les afectan.
La identidad es un espejo en el que nos igualamos y nos
identificamos ante unos mismos elementos culturales comunes a todos,
conformando un concepto de nación. Es a su vez una red que actúa como espacio
retentivo en el que se manifiestan estos elementos culturales mencionados, por
tanto bien pudiera contribuir, mediante el sentido de propiedad y de posesión
de una razón común; pero de igual forma bien pudiera ser usado como combustible a los motores de los discursos incendiarios con
objeto de conflicto.
La materia prima de estos discursos contestatarios, son los
elementos culturales de la identidad, los cuales son tomados como justificaciones para servir a los propósitos conflictuales.
Las disposiciones psicoculturales sólo nos servirían para medir
los niveles de conflictos de las culturas de ambos pueblos y sus reacciones ante
los fenómenos que los envuelven sean de
manera interna o externamente a ambos
pueblos a la vez.
2.2 Bases teóricas.
2.2.1 Elementos constitutivos de la cultura
de los pueblos
Para hablar de los elementos constitutivos de la cultura de los
pueblos es necesario que se defina en qué consiste el término cultura.
Según la Real Academia de la Lengua Española el término cultura
proviene del latín cultūra y lo
define en dos vertientes, uno de modo colectivo, como el “conjunto de
modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico,
científico, industrial, en una época, grupo social, etc.” y de modo individual, como el “conjunto de
conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”.
El glosario filosófico define el término cultura como “el conjunto de características más elevadas de un pueblo, época o
civilización”, además nos dice que “Modernamente se ha querido ver en la
cultura un principio civilizador y social primario y superior a la religión, y,
en cierto modo, contrapuesto a ella, por lo que debe sustituirla”.
La teoría de Fichte, definía la cultura
como la
Kulturkampf que contenía todo el ideal impregnado en su discurso a la
nación alemana.
Genealógicamente el concepto de cultura, empieza a definirse en
las ciencias sociales a partir del siglo XIX con la etnología, la etnografía y
la antropología cultural (Kroeber, 1964). Para la Ilustración ya existía una
definición semántica en la que se definía desde el punto de vista axiológico
definiéndolo desde lo bárbaro hasta lo humano, aunque según Levi-Strauss, en la
mitología de casi todos los pueblos se expresa la oposición entre naturaleza y cultura
(San Martín, 1999).
Etimológicamente la palabra cultura
proviene del abstracto colere que en
Grecia significaba labrar el campo y en el sentido figurado, era entendido como educar a los niños. Entre los romanos,
el sabio Cicerón es el primero que habla de cultura.
Haciendo la diferencia entre cultura y civilización, se entiende
que cultura es todo aquello que cae en el ámbito particular, mientras que
civilización es todo aquello que cae dentro del ámbito universal (Sabater,
1995).
Desde el punto de vista filosófico
la cultura no se puede ponderar descriptivamente, aunque debemos
resaltar que en la revolución del pensamiento de Kant la cultura consiste en
invertir la relación usual entre el conocimiento y lo conocido.
Además Kant considera las
actuaciones éticas y lo juicios estéticos como parte de ésta.
Para algunos hablar de cultura de un pueblo, no es más que hablar
de “todo su que hacer” y para esto es constituido por todo lo material capaz de ser realizado
por un pueblo. Así que sus valores y
actitudes quedan circunscritos dentro de este concepto, es decir, que forman
parte de la cultura de un pueblo su lengua, su música, su religión, sus
costumbres, sus hábitos, etc.
También existe una elasticidad conceptual de definir cultura bajo
la premisa de puntos de interés, (Ana María, 2000). Pero sin irnos a lo dogmático debemos apegarnos a
ciertos criterios fijos provenientes de estudios ponderados, como sugiere Serge
Sur (2002).
Según los estudiosos del fenómeno nacional como Gellner o Hobsbawn
(J. García y F. Figueroa, 2007), las naciones surgen bajo una fórmula cultural
en la que los pueblos recuperan su memoria bajo un proceso intelectual que
incluye principalmente la conformación de una lengua, para luego pasar a la
composición política y que puede conllevar generalmente al uso de las armas. Es
decir que las expresiones culturales constituyen un cuerpo representativo que
proporciona un estado de conciencia colectivo convirtiéndose en lo que llamamos
una identidad cultural.
Estos estudios sostienen que dentro del proceso evolutivo de las
naciones, una vez alcanzada su identidad cultural procurarán forjar su
independencia, constituyéndose así en Estados Soberanos. Posteriormente es
necesario que ocurra un proceso de nacionalización mediante el uso continuo de
simbologías que inciden en la conciencia nacional, forjándose el nacionalismo.
Entender este proceso, junto al factor geográfico le da esencia al
entendimiento de la geopolítica.
La cultura es esencial para entender todo proceso conflictual
entre naciones, porque en sus razones se encuentran las frustraciones y
ambiciones que desembocan en conflictos y posibles conflagraciones armadas.
La cultura de los pueblos, es dinámica y en ella interactúan los
individuos con sus experiencias, entremezclándose desde la identidad nacional
hasta sus aportes individuales a la conformación transformadora y dinámica de
la misma.
Es decir, que cada individuo realiza aportes a la cultura,
basándose en su experiencia e inclusive su educación. Estos aportes van desde
la cultura social hasta la cultura material (S. About, 1981).
Todo lo concerniente a la cultura evoluciona, tanto en el orden
social como en el material, siendo el orden social el más lento de los dos,
pero existe un “sentido cultural” aún más
lento de evolucionar.
Detrás de ese “sentido” existen muchos actores sociales (del
ámbito proselitista interno, del ámbito internacional, ONG’s, etc.), todos en
procura de influenciar en éste, mediante discursos de distintas gradualidades
según sus objetivos.
Para A. Kroeber y C. Kluckhohn (1952), después de analizar 164
definiciones de cultura, llegaron a la conclusión de que cultura es “la manera
estructurada de pensar, de sentir y de reaccionar de un grupo humano, adquirida
y transmitida, sobre todo por símbolos, y que representa su identidad especifica:
incluye los objetos concretos producidos por el grupo. El corazón de la cultura
esta constituido por ideas tradicionales y valores que le están asociados.”
En una aproximación del tema, C. Kluckhohn y E. Strodtbeck (1961)
reclasificaron de nuevo la definición de cultura en “un sistema de
significaciones relativas a las mentalidades, a los ritos, a los instrumentos de
comunicación, al lenguaje, y a las técnicas, a los productos, a las
instituciones, a los valores, que caracterizan a un grupo determinado
confiriéndole una identidad propia y diferente de otras entidades humanas”.
Conocer hoy en día el concepto de cultura es esencial para conocer
las razones que conllevan al conflicto, pero además las acciones de los “actores,
organizaciones e instituciones” que procuran control e influencias de las esencias
o sentidos, o los valores esenciales de la misma cultura. Por tanto las
estrategias y finalidades de dichos actores toman como objetivo y como blanco
estos sentidos propugnando por cambios culturales en pro de sus propios
intereses, (J. García y F. Figueroa, 2007).
Cultura y territorio
La cultura se desarrolla y se comparte en una comunidad o grupo
social, es decir, que esa misma cultura particular de una comunidad, interactúa
con la cultura universal.
La cultura según sus niveles de interacción puede ser cultura
nacional, regional, cultura religiosa, etc.
Desde la perspectiva antropológica, la cultura es un proceso
universal, pero con realidades regionales y locales especificas, (J. García y
F. Figueroa, 2007), por tanto cada grupo humano tiene una cultura única, pues
posee un mismo territorio, una misma lengua que permite su desarrollo.
Para Levi-Strauss la cultura es “todo conjunto etnográfico que
desde el punto de vista de la encuesta de terreno presenta, en relación con
otros, diferencias significativas cuyos límites coinciden aproximadamente” (Levi-Strauss,
1958: 351). Este define que en la cultura inciden medios que la construyen,
siendo una realidad empírica, histórica que se manifiesta a través de una
permanencia y temporalidad a la vez, existiendo todo tipo de interacciones que conllevan
a los cambios.
2.2.1.1 La identidad cultural de los pueblos
Según la filosofía se puede definir el principio de identidad como
el primer principio del pensar definido como aquel contenido lógico que es
igual así mismo.
La palabra identidad proviene del latín
identĭtas, -ātis y según la Real Academia de la Lengua Española, consiste en el conjunto de rasgos
propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los
demás, también lo define como la conciencia que una persona tiene de ser ella
misma y distinta de las demás. En el mismo contexto podemos determinar que
posteriormente en la colectividad existe una conciencia de si misma en la que
se ve distinta también a los demás.
Es decir, se sobreentiende que en los rasgos colectivos de un pueblo
se encuentran atrapadas la expresión cultural y la conceptualización de la
llamada cultura de un pueblo bajo con
una base de conciencia de si mismos.
La diferencia conceptual entre cultura e identidad, se encuentra
en la “conciencia colectiva” que se
tiene de los rasgos propios en la identidad, la que define en sí la distinción con
la cultura.
Es decir, que inclusive la territorialidad forma parte de la
conciencia de la identidad cuando existe el Estado-Nación.
La nueva concepción de identidad implica la deconstrucción del
concepto homogéneo de cultura, lo que nos lleva a asumir el concepto de
identidad como “formas de existencia social, estrategias exógenas, historia,
memoria, política, experiencia personal, y estrategia individual o de grupos
que se encuentran estrechamente imbricadas” (J. García y F. Figueroa, 2007).
Para los pueblos esta identidad o
estado de conciencia nacional es la que además de anteceder a la adquisición de
soberanía, también incide después al forjarse su independencia, y es donde realmente se empieza
a constituirse el asunto más conflictual. Es decir que antes y después de la
adquisición de soberanía o independencia, se empiezan a visualizar los
conflictos en virtud de los intereses colectivos particulares de los pueblos.
En la red identitaria es donde radican los criterios de igualdad de un
mismo pueblo no importando su diversidad que lo diferencia de los demás.
Aunque es en los espacios
políticos donde se definen los asuntos
de soberanía e independencia, no debemos soslayar las diversidades y
pluralidades culturales de las sociedades modernas (J. García y F. Figueroa,
2007), ya que éstas son contenidas por las identidades nacionales y éstas a su
vez han incidido e inciden constantemente en los procesos conflictuales de los
pueblos por razones de soberanías.
Debemos ser enfáticos en aclarar
que la cultura no es el único componente
de la identidad, sino que hay otros elementos que interactúan en la
construcción identitaria, en la que debemos mencionar al mismo individuo, que, con toda la carga de su
ser (su realidad y condición psicoculturales), forma parte de otro elemento
identitario, el grupo o colectividad.
Podemos decir que en el caso
dominico-haitiano existen dos identidades distintas que llevan a ambos pueblos
a tener una visión de las cosas desde diferentes ópticas, pero es necesario
entender que esa visión de las cosas esta dentro de la generalidad global,
porque que el intercambio cultural
externo no permite un aislamiento total.
Cuando analizamos el predominio
colonial en estas dos naciones, podemos ver que la proclividad cultural de los dominicanos es española, mientras que la proclividad cultural
haitiana es francesa, pero muy marcada por la cultura de ascendencia africana
por la mayor incidencia étnica tribal de los negros esclavos traídos para la
época. La concepción francesa de la época colonial concebía la libertad religiosa
como uno de sus valores, mientras que la concepción española de la época
colonial no concebía otra religión que no fuera la católica.
Los franceses con sus libertades
religiosas proporcionaron cierta libertad a los negros esclavos y por eso su
religión de origen animista, el Vudú, se estableció como su medio de protección
ante una explotación masiva basada en el sistema feudal de la esclavitud en el
que el individuo sólo tenían siete años de supervivencia, no siendo así en el
lado Oeste, ya que los esclavos podían sobrevivir y se multiplicaban
dedicándose a labores de ganadería. Este contexto histórico, donde el esclavo
de la colonia de Saint Domingue vivía una vida llena de tribulaciones y muerte,
le proporcionó una visión fatídica de su propia existencia, mientras que el
esclavo de la colonia de Santo Domingo veía la vida como el mundo de una posible esperanza.
Podemos identificar que en la
cultura haitiana los elementos constitutivos culturales más relevantes y más
identitarios son su lengua (el creole), su religión (Vudú) y su cultura étnica
predominante (la negritud).
Mientras que para los dominicanos
los elementos identitarios más representativos son su lengua (el español), su religión
(católica) y una cultura étnica variable o mestiza.
Además, en la cultura haitiana se
pueden identificar dos culturas predominantes: la cultura criolla que se
desarrolla en la misma dirección que evoluciona humanísticamente en los demás
lugares de América Latina, y la cultura bozal, que es una recreación de la
África esclava.
Es necesario enfatizar que la
identidad de los pueblos cambia aunque no la esencia. Por tanto debe existir
una cultura de tolerancia entre ambos pueblos que conlleve a la convivencia.
2.2.1.1.1 La
incidencia religiosa en la identidad
Una
de las manifestaciones de la cultura de un pueblo es su religión, es decir, que
también la religión forma parte de la cultura como un elemento constitutivo.
La
religión no solamente es uno de los elementos constitutivos de la cultura, sino
que además es forjadora de la conciencia de la identidad, constituyéndose en un elemento esencial en el proceso cultural, a través de las historias
que se reflejan en las estructuras
de carácter económico y social de un pueblo (Ambrogio, 1961).
Religión en la República
Dominicana
La
religión católica es considerada, la religión predominante en la República
Dominicana desde los mismos tiempos de la colonia. La Isla de la Hispaniola fue
descubierta en el 1492 bajo los auspicios de los Reyes Católicos. Desde
entonces, a través de la época colonial y la época republicana hasta nuestros
días, es la religión católica la de mayor auge entre los dominicanos y constituyéndose
también en la religión oficial.
En
el lado Este de la isla surgen en el siglo XVI (Lebrón Saviñón, 1994), los
elementos generales que constituyen lo cultural, lo económico y lo social
convirtiéndose posteriormente en lo que se va a llamar la identidad nacional
dominicana, y a la vez que es cuando se fundan las bases religiosas del
catolicismo como esencia de esta colonia.
En
el siglo XVII dentro de la miseria imperante en la colonia española debido al
abandono de la metrópolis (España), a decir del historiador Soto Jiménez (2000),
surgen las condiciones para solidificar los elementos culturales de la colonia
en una sola identidad y de esta forma conseguir la supervivencia, implicando
esto que los habitantes intrincados en el abandono aplicaran medidas de
defensas y se aferraran a la fe católica de sus fundadores como medio cohesionante.
Es necesario destacar que los pobladores evolucionados socialmente de la parte
Este de la isla eran rudos en sus hábitos y que se habían des-culturalizado de
sus orígenes europeos, creándose una cultura criolla que heredo la violencia
como medio de supervivencia, después de observar la desaparición de los
aborígenes (Tainos).
El
habitante de la colonia de Santo Domingo en el siglo XVII, es un estereotipo
concebido para la circunstancia de la sobrevivencia, heredero de las modalidades
ibéricas pero con la esencia del criollismo, donde los valores hispánicos se
sobreponen a los valores africanos e indígenas (Soto Jiménez, 2000).
Durante
un proceso largo en el que se ejercía todo tipo de defensa, que propugnaba la
idea de la no existencia de cualquier fuerza extranjera en su territorio
insular, el criollo celoso concebía la fe católica como la esencia de su fuerza
en su abandonada suerte, por tanto en la estructura social de la isla era
posible visualizar un pacto entre patrones y peones, entre oligarquía y milicia,
entre amos y esclavos; pero todos unidos por la fe de la iglesia católica con
un solo propósito: la defensa de su territorio insular.
En
este contexto la iglesia católica proporcionaba la base ideológica dominante,
unida a los aportes económicos de la oligarquía hatera (hatos ganaderos).
El
día de la Altagracia, según la tradición católica, el 21 de enero del 1691 (día
de la Virgen María) se celebra la batalla de la Limonade, donde algunos opinan
que se da inicio al sincretismo de la dominicanidad (Soto Jiménez, 2000). En ella
el combatiente criollo denominado Montero concebía su fe en la virgen católica y
a partir de dicho evento este simbolismo religioso se constituye en el más
representativo hasta la llegada de la independencia nacional en el 1844. Era
común ver que los monteros iban a la batalla con imágenes de la virgen en las
manos, al grito “viva la Altagracia” (Soto Jiménez, 2000).
Para
los dominicanos de esa época y hasta los días de la independencia la virgen de la
Altagracia es y ha sido la evocación religiosa de la virgen María
convirtiéndose en un monumento emocional.
Hoy
en día y desde los inicios del siglo XX, existe una iglesia protestante, emergente
de distintas denominaciones.
No
podemos dejar de mencionar que también existen prácticas y rituales, heredadas
del animismo procedente de África. Esta son manifestaciones religiosas que se acoplan con
la religión predominante del catolicismo, dándose un sincretismo llamado
santería, en la que los nombres de las divinidades de origen africano toman
nombres de los santos del catolicismo.
La
manifestación cultural de la religión, la podemos ver en la literatura, en la arquitectura,
en algunas concepciones que limitan y conducen las costumbres alimenticias del
mismo pueblo. También se puede ver incidencia directa de la religión en las
costumbres de las celebraciones y actividades culturales como en la música (manifestación del Gagá).
En
la actualidad la cultura del pueblo dominicano tiene matices más laicos que
religiosos, pero la concepción psicológico cultural del pueblo, se encuentra
influenciada por la conciencia religiosa creada por la permanencia social, es
decir, que la religión católica oficial y pragmáticamente es considerada como
la religión que más ha influido en la mentalidad del pueblo dominicano.
Religión en
Haití
Oficialmente
la religión católica es la religión predominante en Haití, sin embargo es de práctica
común la religión de origen animista denominada vudú. Esta religión de orígenes
ancestrales y de herencia africana adquiere su conformación constituyendo sus
estructuras, sus ritos, sus dioses y un modelo de comportamiento de los amos de
las plantaciones durante la colonia. Su expresión religiosa implica en
ocasiones una manifestación de autoritarismo. Esta religión esta íntimamente
ligada a las distintas situaciones dolorosas que ha vivido Haití desde su
independencia en el 1804 y forma parte del expresión cultural más singular y
cohesiva de América Latina (Asencio, 2005), es decir, una cultura propia y
diferente al resto de los países del Caribe y de América latina.
El
terror al que fue sumida la naciente República de Haití fue capaz de marcar la
propia existencia del haitiano en la posterioridad de la Independencia y por el
mismo terror del trabajo a la tierra fue abominable. Todos los gobiernos
posteriores utilizaban como instrumento de su misión la tiranía para obligar de
nuevo a la población a los compromisos que asumía como nación, por tal motivo
la mitología haitiana crea la imagen del zombi, figura de una existencia que no
existe como modo de escapar a una realidad.
Siendo
el Vudú un culto o religión autoritaria, ha permitido a dictadores, como Duvalier
(Papa Doc), manipular a la gente de mayoría practicante del mismo culto, convirtiéndose
en “supremos sacerdotes”. El Vudú es una religión que se circunscribe
básicamente en el conglomerado. Esto así por utilizarse la lengua creole, lo
que limita la globalización de esta religión frente a la demás convirtiéndose
en una religión aislada.
Los
negros esclavos permanecen juntos a sus costumbres, sus dioses, sus ritos y su
cultura directamente desde sus orígenes tribales de áfrica hasta sus plantaciones
de la época colonial en Saint Domingue.
El
primer sincretismo que se produce es la conjunción de todas las afinidades culturales
de las distintas procedencias tribales, durante la época colonial, donde la
religión se constituyo en un modo de protección, pero a la vez reprodujo la
imagen dictatorial, machista de todos sus dioses.
La
exclusión social, cultural y política de Haití se remonta a sus inicios de
república lograda en 1804, de los colonos franceses, así internacionalmente la
naciente Haití fue excluida y aislada en si misma de los eventos regionales
como el Congreso Anfictiónico del 1826, de las reuniones de la Liga de Naciones
del 1842, sin reconocimiento internacional a su independencia (EE.UU. apenas la
reconoce en 1882). Para inicio del siglo XX apenas participa en una reunión de la Unión Panamericana
en el 1912, pero la mayor exclusión a la que ha sido sometida fue durante la
dictadura de los Duvalier (1952-1986). Hay que destacar que culturalmente nunca
fue entendida ya que ni siquiera con la ocupación de 17 anos de los
norteamericanos (1919-1934) ocurrió algo distinto a que no sea el desprestigio
cultural de esta, a costa de las razones religiosas que justificaban como
primitivas y oscuras (Asencio, 2005).
Entonces
ocurre lo que sería una respuesta a la violencia colonial en las plantaciones,
a la exclusión internacional del siglo XIX, a la pobreza y al terror tiránico
en el siglo XX, o sea una religión que representa el modelo social, económico y
político con lo que se permeaba para poder defenderse ante la agresividad de su
medio.
Evidentemente
que la espiritualidad ancestral se sincretiza con las tradiciones católicas que
se imponen oficialmente pero la esencia africana permanece hasta hoy en día,
sus dioses (Loas) son fuertes y tiránicos, como una representación modélica necesaria
para que en la realidad pudieran vencer a sus amos, los colonos de las plantaciones.
Hay
que reconocer que los Loas tienen un sentido de regresión espacio-temporal,
pues estos vienen desde Guinea en África hasta Haití reconociendo solo a su
comunidad en su lengua materna (Creol), su clero no es organizado en una sola
unidad jerárquica, si no que mas bien, actual independiente y por vocación
individual al servicio de unidades denominadas cofradías, Sus sacerdotes tienen
responsabilidades sociales, espirituales, políticas con su comunidad hasta el
punto que los lideres también han sido autoridades del país en determinados
momentos.
Adivinaciones,
curaciones del alma y física son propias del sacerdote y sobre todo de los Loas
(21 en total).
Pero
en la actualidad la religión vudú, lejos de generar la violencia que dicen generar
se encuentra mas bien relacionada a la xenofobia, y a un tipo de violencia
imaginaria (Schmidt, 2003).
La
religión vudú constituye el elemento cultural mas cohesionante del pueblo
haitiano y junto al idioma creol constituyen las expresiones fundamentales de
su identidad. Hoy en día y desde el pasado la xenofobia genera miedo y
aislamientos de las comunidades haitianas que practican el vudú. Su practica se
encuentra ligada a rituales que conllevan a la realización de sacrificios de
animales, pero la xenofobia en su momento genero miedos que relacionaban con
sacrificios humanos (Schmidt, 2003).
Las
emigraciones haitianas se marchan con el vudú por dentro practicándolo en el
casco urbanos o campo abierto pero se adapta a
cualquier ambiente.
Los
eventos de incomprensión de cualquiera de las manifestaciones culturales y religiosas
haitianas son propios de la falta de educación en ese sentido.
No
dejando de explicar que estas manifestaciones de orden religioso tienen su
connotación en la opinión pública originando discursos contestatarios, que han
calificado a la religión vudú como atraso cultural y hasta de peligro. Aquellos
eventos rituales que conllevan a la práctica de sacrificios de animales han
sido mal entendidos o simplemente manipulados y no han sido vistos dentro del
contexto cultura de lo que ha significado y aun significa para el pueblo
haitiano. Esa manipulación sólo ha servido para el aislamiento de la comunidad
haitiana. Sin dejar de resaltar que sólo el prejuicio basado en una violencia
imaginaria ha llegado hasta los límites de la marginación.
La
religión vudú constituye el elemento cultural junto a la lengua creole de mayor
incidencia.
Rasgos Identitarios del Pueblo
Haitiano
Los rasgos identitarios más
visibles del pueblo haitiano lo constituye como lo hemos mencionado, su lengua
creol, y la religión vudú que sirven como medio cohesionante de mayor
determinación. Es un pueblo con un 95% de población negra y apenas un 5% de
mulatos y blancos, esta condición provoca que desde la época de la colonia
hasta nuestros días se produzcan elementos etnoculturales que sirven de contenido
de una cultura, y nos referimos a la cultura de la negritud o negrocentrismo que
procura la preponderancia de todo lo negro en los todos los ordenes culturales
de la sociedad haitiana (Núñez, 2010).
Pero debemos mencionar que las
características existentes en el marco
racial se encuentra ligado al marco de las clases sociales heredado desde la
época colonialista, donde a los blancos y mulatos se les identifican como todo
aquel que posea medios económicos o que sea extranjero. Un blanco o mulato
pobre se le llama petit rouge o pequeño rojo, y a un negro rico se le denomina
un negro blanco (Bertín, 2010).
Algunos autores hablan de dos
corrientes culturales a lo interno de la totalidad cultural haitiana (Núñez,
2010), se refieren a la cultura bozal (predominante) y la cultura criolla
(minoría), la primera es la que propugna
por el predominio de los valores africanos (como una recreación de la áfrica
esclava) y es relacionada con una fuerte tendencia conflictual heredad de la
multiplicidad étnica cultural de los orígenes multi tribales de los esclavos de
la colonia de Saint Domingue.
La segunda propugna por el criollismo, o sea
por los valores adquiridos después de la colonización, fruto de la interacción
cultural local procurando el entendimiento étnico cultural interno. Otros
autores como Soto Jiménez opinan (2010), que el etho haitiano proviene del África
tribal.
El predominio cultural europeo es
palpable en la oficialidad de la religión católica (80%) y en la oficialidad de
la lengua francesa, aunque en la práctica el vudú corresponda a un (90%).
En la memoria histórica e
identitaria del pueblo haitiano identificamos un complejo basado en un otrora
pasado de gloria que se inicia con el triunfo de la revolución negra (1791),
sobre sus opresores, los señores amos de las plantaciones, dando lugar a la
posterior independencia haitiana (1804), el segundo hecho histórico a su
entender de gloria lo constituye la
ocupación y dominación al pueblo dominicano durante 22 años (1822-1844).
Esta última razón se encuentra
impregnada en la memoria histórica haitiana como la justificación (Bertín,
20010), para realizar una migración fluida hacia la República Dominicana.
Un tercer hecho que marca su
memoria histórica identitaria lo constituye la matanza haitiana del 1937,
ordenada por el dictador Trujillo contra todos los inmigrantes haitianos que se
encontraran ilegales en el territorio dominicano. Desarrollándose de esta forma
una animadversión hacia el dominicano que aun hoy en día subyace.
En
la conciencia de la identidad de la sociedad haitiana se expresa un sentido
amplio de lo etnográfico a partir de los orígenes propios del continente
africano, es decir, que aun hoy en día la cotidianidad haitiana se expresa en
virtud de una conciencia étnica que define sus orígenes tribales, expresiones
tales como un “Negro Congo”, “Negro Mandinga”, “Negro Ibo”, resulta común y
definitorio de sus accionares en una sociedad de antagonismos étnicos y de
clases, ya que el color o la supuesta procedencia tribal implica una
connotación de clase social (Bissainthe, 2010).
Para
algunos autores (Núñez, 2010), forma parte de la conciencia identitaria
haitiana, el uso del fuego, el cual utiliza para muchas de sus actividades
cotidianas, desde lo laboral hasta lo ritual. Históricamente con el fuego se logro como instrumento la
independencia del pueblo haitiano,
mediante la utilización de la táctica de guerra de “tierra arrasada”.
Rasgos Identitarios del Pueblo
Dominicano
Los
rasgos étnicos del dominicano se encuentran enmarcados en el mestizaje dando
por resultado una población de mayoría mulata y minorías negras y blancas.
Si
hablamos de religión en dominicano actual nos referiremos a su practica oficial
del catolicismo, pero también de una practica creciente del protestantismo, y
dejemos de mencionar la practica del vudú dominicano, sincretismo mas apegado
al catolicismo que practicado principalmente en las zonas rurales. Sin embargo
la sociedad dominicana demuestra ser cada vez más secular.
El
español constituye su lengua oficial y de uso cotidiano, sin dejar de mencionar
que ciertas minorías hacen uso de sus idiomas particulares en sus comunidades
(haitianos, chinos, árabes, etc.).
Podemos
tomar la música como rasgo identitario, refiriéndonos al merengue, sin embargo
hay que destacar que es un ritmo en constante evolución debido al influjo
cultural externo al que es sometido.
Para
algunos autores la gran distinción identitaria dominicana lo constituye su etho
mediterráneo (Soto, 2010) dentro de su evolución a partir de la cultura
hispánica, negra y taina.
La
ascendencia hispánica es relevante por sus herencias que hacen en la identidad
del dominicano elementos visibles, pero no podemos ocultar otros elementos
constitutivos de esta.
La
cultura taina fue absorbida por el predominio hispánico pero esta demostrado
que solo fue un hecho de fusión poblacional porque dicha extinción nunca
existió sino mas bien una incorporación a la población criolla de ascendencia
española, a partir de la convivencia marital de españoles y tainos que de esa
forma garantizaban su sobrevivencia. Hoy en día como fruto de ese fenómeno
social tenemos influencia taina en todos los órdenes sociales tales como
influencias idiomáticas, religiosas e identitarias (Ferbel, 2002).
Hay
que destacar un elemento oculto de nuestra identidad, la negritud, como
elemento que aporta sustancialmente a nuestra identidad cultural, (Cañedo-Arguelles-2006).
Dicho ocultamiento se basa en los ingentes esfuerzos de la dictadura de
Trujillo en su campaña hispanófila, en procura de “blanquear” la dominicanidad
basándose en un ideario intelectual colonialista, con medidas ejecutorias en la
consecución de sus propósitos, que conllevaron a la marginalización de la
negritud.
Para
Trujillo, era necesario evitar una ocupación pacifica haitiana y que de esa
forma lograra predominar su cultura sobre la dominicana, debido a la gran
proliferación de la población ilegal haitiana de entonces, pero además de estas
condiciones hay que mencionar las memorias históricas de las distintas las
fricciones entre ambos pueblos y que sirven de base para atizar dichos temores.
Es por eso que para algunos una justificación de hecho, lo constituye la gran
población haitiana ilegal en la República Dominicana en la actualidad.
Algunos
autores como Arturo Peña Batlle (1902-1952) y Juan Boch (1909-2001), entre
otros, se han referido al pesimismo que forma parte de la identidad del pueblo
dominicano basándose en algunos acontecimientos históricos:
a)
Se refiere a la pérdida de la parte occidental de la isla en manos de los
franceses en el ano 1697,
b)
Una economía floreciente en la colonia francesa de Saint Domínguez en la
parte occidental de la isla, mientras que la parte Hispaniola de la isla hoy
Santo Domingo convivía en precariedad,
c)
Una segunda sesión a Francia mediante el tratado de Basilea 1795,
justificación para las invasiones posteriores haitianas,
d)
Dominación política haitiana 1822-1844 y superioridad militar que llevo a
los dominicanos a tener que realizar la anexión en el 1861 a España
(Cañedo-Arguelles, 2006)
2.2.1.1.2 La cultura
del conflicto
Los conflictos son propios de todas las sociedades pero no tienen
el mismo nivel o frecuencia de ocurrencia en las mismas, es decir, que existen
diferencias en el grado de conflictividad ya que los acontecimientos que los
provocan son distintos asimismo como sus consecuencias lo son. Existen teorías
de las diferencias interculturales referente al conflicto en la que se explican
el porque algunas sociedades tienen tendencias al conflicto en distintas
graduaciones.
Para esto se debe tomar en cuenta los interese socio-estructurales
y las disposiciones psicoculturales, basándonos siempre en los datos
etnográficos. Es necesario interpretar las condiciones psicoculturales de una
sociedad para verificar la intensidad conflictual y verificar los afectados del
conflicto y la violencia dentro o fuera de la sociedad en cuestión.
El conflicto como
comportamiento cultural
A sabiendas de que la cultura consiste en determinada práctica y
valores comunes a una sociedad que convive particularmente en un lugar
delimitado, es necesario comprender que de igual forma esta determinada cultura
posee manifestaciones de rituales y símbolos que unen los intereses
individuales de la colectividad (Laitin, 1986 y Kertzer, 1988). Por tanto es
necesario ver los conflictos como una conducta cultural, ya que nos explica
porque las diputas sobre asuntos similares tiene un manejo dispar en las
distintas culturas, es decir, que la cultura del conflicto se refiere a normas,
prácticas e instituciones específicas de una sociedad relacionada con la
conflictividad.
La cultura de un conflicto se encuentra conformada por todo
aquello que la gente lucha dentro de una sociedad, los rivales contra quienes
luchan y el resultado de las contienda y que por tanto lo que la gente
considera de valor y digno de lugar por ello (Wildavsky, 1991 y 1992).
2.2.1.1.3 Manifestaciones de violencia y sus
Incidencias culturales
Es necesario resaltar que la violencia se genera dentro de los
conflictos políticos en la colectividad implicada, esto no quiere decir que no
ocurra de manera individual, ya que lo individual implica la participación de
terceros y de una generalidad.
La capacidad humana para el conflicto y la violencia están ligadas
íntimamente a la evolución social.
2.2.1.2 La pobreza y su incidencia cultural
Si concebimos la incidencia de la pobreza en la cultura
verificaremos que de algún modo el quehacer humano de una colectividad tendrán
repercusiones de la misma, pero si analizamos un concepto de cultura de la
pobreza no debemos centrarnos en una descripción de un patrón cultural y mucho
menos en un asunto patológico, sino mas bien debemos realizar una ponderación
de los distintos niveles de una manera juiciosa, contradiciendo o colocándonos
de acuerdo con los conceptos esbozados por Lewis (1966).
La cultura como “verdad” concibe el mundo cuya fundamentación es
la costumbre siendo instrumental o no esta verdad ya que puede nacer y crecer
como un espíteme propio, proporcionando vivir en pertenencia a una cultura
histórica sin conminar a los sujetos a proyectarse en la lucha social y solo
cambiando su situación existencial de grupo por una experiencia de lucha
política.
2.2.1.3 Conflictos Éticos y Políticos
La palabra conflicto proviene originalmente del latín Conflictus y según la Real Academia de la lengua española
Conflicto tiene varios significados entre éstos:
Desde el punto de vista Psicológico, es la coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de
generar angustia y trastornos neuróticos.
Y si extrapolamos estos conceptos al campo
ético o político tendremos las mismas manifestaciones pero con las
consecuencias que correspondientes a los campos particularmente especificados.
También la Real
Academia de la lengua española define lo ético, ca. (Del lat. ethĭcus, y este del gr. ἠθικός), como
perteneciente o relativo a la ética definiéndolo como el conjunto de
normas morales que rigen la conducta humana.
Desde el punto de
vista filosófico Ética es definida como una parte de la filosofía que estudia
el obrar humano en cuanto a las normas y fines que determinan su rectitud. La noción
fundamental en la ética es el BIEN y
la BONDAD como fin y cualidad del
obrar humano. La concepción que se posea del bien o fin último humano
determinará los distintos sistemas de ética. Kant pretendió fundamentar una
ética formal, independiente de todo contenido preceptivo y teológico. Para
Aristóteles, la ética es la que rigen la vida activa del alma.
Un
conflicto ético consistiría en todo tipo de problemática según descripción anterior
extrapolado al campo moral y filosófico.
Los conflictos políticos se originan en la
estructura de la sociedad por tanto es en esta donde se proporcionan las
fuentes de su manejo. La teoría socioestructural del conflicto sostiene que en
la estructura social se produces los intereses comunes de los individuos, de
modo que la organización económica social esta ligad al conflicto políticos
según los vinculo existentes de los diferentes miembros de la sociedad, también
según la teoría de la complejidad se dice que son los intereses de grupo los
que se relacionan con los niveles de organización socioeconómico y político de
una determinada sociedad.
La teoría
socioestructural del conflicto solo trata de identificar las fuerzas que
inciden en el conflicto y la violencia, de este modo se establece que es la
sociedad la que determina cuales son los resultados probables. En esta teoría
se puede determinar que una sociedad este mas o menos predispuesta que otra a
niveles y forma de conflicto y violencia.
La forma
en que la sociedad configura la acción queda definida a partir de las
explicaciones del conflicto, la violencia y la belicosidad en tanto que, las
explicaciones psicoculturales se refieren a los propios actores y de cómo estos
interpretan al mundo. Estas explicaciones psicoculturales detallan las
diferencias interculturales en la conducta dl conflicto basándose en las
percepciones del mundo un externo culturalmente compartido. Es decir, que a
partir de estos los individuos y grupos entienden las acciones de los demás y
reaccionan a su vez ante ellas. Por tanto, lo psicocultural se refiere a los
proceso de la psicología humana que se encuentran omnipresente en una cultura (Whiting,
1995).
Las
disposiciones psicoculturales son tendentes culturalmente a ser adquiridas en
las primeras etapas de la vida y que son estudiados hoy en día por la teoría
del aprendizaje social y la psicodinámica (Le Vine, 1973).
Se
entiende que las disposiciones son orientaciones entre el yo y los demás y que
contienen métodos culturalmente aprendido y aceptados para relacionarse con las
demás gente dentro y fuera de su propia comunidad.
Los
individuos dependen de las disposiciones psicoculturales para enfrentarse con
las situaciones que se le producen en sus vidas y por tanto esto afecta la
forma de cómo dentro en un conflicto y participando en el mismo interpretan las
acciones e intensiones de sus oponentes.
Las
disposiciones culturales nos ayudan a comprender las acciones sociales desde
determinado puntos de vista culturales por tanto debemos tener cuidado al
momento de asegurar cuales son las motivaciones en una determinada situación. Mientras
que las explicaciones socioculturales son consustanciales a los intereses de
grupo, la psicoculturales nos dan la razón de la conflictividad o la
cooperación en términos de amenazas temores y por tanto suelen tener poca
aceptación intuitiva.
Unión de las disposiciones psicoculturales con la
conducta del conflicto
Los seres
humanos están predispuesto a establecer lazos sociales, según Volkan (1988),
esto es parte de un proceso universal basado en la definición de aliado y
enemigo que mediante las experiencia externas sele proporciona a la persona la
materia prima para la construcción de un mundo interno el cual contendrá modelo
de integración humana relativos al afecto, conflicto, autoridad, poder,
comunidad a lo largo de la vida.
La
identificación de las disposiciones psicoculturales cuando se refiere al
conflicto y la violencia es necesario conocer los mecanismos que unen los
primeros aprendizajes con la formación de la personalidad del adulto.
Limitaciones de la Teoría Psicocultural del
Conflicto
Una de las
limitaciones consiste en que tiene
que detenerse explicar los motivos de porque se recure a algunas cuando existen
otras alternativas, o sea se puede encausar la conducta a otras direcciones,
otra limitación es que no están en situación de predecir cuales serán las
disposiciones a que se recurrirán y de que forma.
En otro
orden podríamos decir que otra de sus limitaciones seria que las descripciones
psicoculturales ignoran las causas meditas a favor de la mas remotas, es decir,
que cuando en un conflicto se conocen causas mucho mas clara, no es necesario
tomar en cuenta aquella fuerzas desencadenante que actúan a largo plazo.
La última
y más importante limitación de teoría psicocultural del conflicto es su falta
de precisión en la identificación de los objetivos perseguidos por los impulsos
hostiles o amistosos. Podemos decir que las descripciones psicoculturales son
apropiadas para explicaciones post hoc, o sea los porque un grupo en particular
es apropiada dada las disposiciones grupales y no para identificar y
seleccionar un grupo sobre otro.
La teoría Psicocultural
explica por qué una sociedad tiene mas conflictividad que otra en términos de
disposiciones profundamente arraigadas y que afectan de cómo son entendidas las
acciones sociales, es decir, que la teoría psicocultural del conflicto dirigen
su atención a la forma de cómo sus actores interpretan su mundo social y al
modo de cómo estos reaccionan ante eventos, conductas y además la manera de
cómo sus creencia a cerca de los motivos de dicha acciones conforman sus
propias acciones.
En
conclusión podríamos decir que la importancia reside en su identificación de su
disposiciones en generales al conflicto aunque no pueda predecir estas
disposiciones especificas es interesante observar que esta limitación es a su
vez uno de los puntos mas relevantes.
Conflicto interno y conflicto Externo
La
relación de las disposiciones psicoculturales con los conflictos internos y
externos apoya una teoría psicocultural del conflicto que dice que las
disposiciones arraigadas en la primera experiencia configura el estilo de
interacciones de una cultura con las demás, así como sus interpretaciones de la
conducta (Howard, 1995).
Estos
enfoques visualizan la cultura del conflicto como un fenómeno unitario
enfatizando en la alta, media y baja incidencia de conflictividad en la
sociedad, esto queda definido en la variación de la sociedades no importando el
nivel global de conflictividad es por ello que se definen las culturas del
conflicto porque existen variaciones culturales.
La Balcanización. El gran temor
Balcanización
es un término relativo al conflicto étnico ocurrido en la Región de los Balcanes
de la antigua Yugoslavia, algunos autores dominicanos han realizado un símil
sobre el fenómeno, bajo la creencia de que algún día ocurra un tipo de
conflicto parecido al europeo. Dicha teoría se basa en el flujo masivo de la
migración haitiana y que se suma a la migración existente en un contexto de
dificultades, precariedades, que desembocan en una situación conflictual. Esto
implica que las capacidades propias del Estado dominicano maltrechas por su
condición de país pobre, no es capaz de soportar y suplir a una población
adicional a la existente, mito o no esta tesis procura demostrar que es posible
la ocurrencia de violencia en la medida que los grupos de distintas
descendencias (caso particular: dominicanos y haitianos) procuran en su lucha
suplirse de sus necesidades ante el déficit estatal con un elemento adicional,
las fricciones históricas de los dos pueblos. El término ha cobrado
credibilidad en la medida en que el propio Ejecutivo de la Republica Dominicana
ha utilizado el término, Doctor Leonel Fernández (2006), en el preámbulo de su
participación en un seminario sobre política exterior.
El
conflicto de los Balcanes ocurre en Europa durante la ultima década del siglo
pasado y ha sido del dominio púbico en Republica Dominicana por la gran
cobertura internacional por los hechos, por lo que implico este conocimiento la
manera de cómo relacionaron la ocurrencia de incidentes entre dominicanos y
haitianos en distintos punto del suelo dominicano con los hechos y la
terminología de la guerra europea.
Quiere
decir eso que se tejió en la opinión pública un gran temor a la reproducción de
hechos que gradualmente conllevaran a una situación conflictual con raíces
étnicas similares a los de la guerra de los Balcanes.
La migración haitiana, la más
acentuada de occidente
Al hablar de migración haitiana hacia la Republica Dominicana, estamos
hablando de la problemática más importante en la situación de conflicto entre
ambos pueblos ya que se envuelve tres temas medulares, nos referimos a la
pobreza, derecho y soberanía (Informe PNUD, 2010).
En el debate contemporáneo en torno a las migraciones pueden encontrarse
dos grandes enfoques: uno es la teoría neoclásica y el enfoque histórico
estructural.
La teoría neoclásica
Esta se refiere a que las personas tienden a desplazarse a la más densa
poblada a las menos densa pobladas o también desde las áreas de bajo ingresos a
la de alto ingresos, es decir que relacionan a esta teoría con ciclos
económicos. Esta teoría queda cuestionada con las investigaciones empíricas ya
que existen investigaciones que muestran que los migrantes no son los mas
pobres de lo países menos desarrollado así
lo mas desarrollados, sino los grupos intermedios dotados se recurso monetario
y capital humanos los que se encuentran en capacidad para eso, además con
respecto a las migraciones hacia la zona menos densa queda desmentido por los
mismos proceso de urbanización.
Algunos proponen que la migración consiste en un movimiento de trabajadores
hacia una dinámica interior del capitalismo internacional implicando esto que
la migración es una acción colectiva, (Zolberg, 1989). Esta teoría pudiera
explicar parcialmente el flujo migratorio haitiano hacia la Republica
Dominicana pero con la aclaración de que existe poca alternativa laboral en la
nación haitiana, situación que empuja hacia el mercado laboral más cercano
República Dominicana.
El enfoque histórico estructural
La migración de nacionales haitiano hacia la República Dominicana constituye
un flujo migratorio de carácter laboral mas importante y de mayor antigüedad
entre los países limítrofes de América Latina y el Caribe, dicha migración
laboral masiva se registra a partir de los años veinte (’20) del siglo pasado,
en momentos que tanto Haití (1915) como Republica Dominicana (1916) habían sido
ocupadas militarmente por los Estados Unidos y había sido establecida la
industria de exportación azucarera dominicana utilizando por modalidad la
migración temporal como sostén de dicha industria. Las justificaciones de
migraciones laborales hacia la industrias azucarera permanecieron hasta mediado
de los años ochenta (’80) cuando ocurre el desmonte de dicha industria.
Las crisis económica, política y social de Haití y las diferencias de estados
en el desarrollo, en su contexto insular, constituye una de las razones básicas
para la masiva migración haitiana (PNUD, 2005).
Otra razón que implica un flujo masivo de migración hacia la República Dominicana
lo constituye el tipo de economía al cual se encuentra abocada la misma
(economía de servicios) y la industria de la construcción.
Otra razón que ha influido en el aumento de la migración Haitiana hacia el
lado dominicano lo constituye los cambios en el sistema de regulación estatal
de las migraciones y con ello la falta en la ejecución de dichas normas.
Cifra estimada de la migración
Haitiana en Republica Dominicana
A mediado de los años 90 la National Coalition for Haitian Rights, estimó de
quinientos mil a seiscientos mil los migrantes haitianos hacia República
Dominicana.
En el año 2002, Human Rights Watch estimó una población de quinientos mil a
setecientos mil haitianos en el país.
El Banco Mundial en el dos mil dos (2002) en un informe sobre la pobreza
estimó unos quinientos mil haitianos en el país.
Las estimaciones más confiables, indican según el informe de la PNUD del 2005
que existe una población haitiana entre un 3% y un 6% en la Republica
Dominicana desde el año 2002 y se asume
un 6% para el año 2008, lo que constituye al menos 600 mil personas.
La dificultad para un cálculo exacto de una cifra migratoria haitiana en la
República Dominicana se debe a la ausencia de un sistema de producción formal
que colabore con dicha determinación y reinando de esta forma cierto
desconcierto.
A decir de algunos la migración haitiana en términos objetivos ha
demostrado tener cierto niveles de adecuación a las exigencias del mercado
laboral en el cual se involucran denotando con ello la factibilidad de los
haitianos, tanto en lo laboral como en lo humano local y en su propia sociedad.
Esta condición propia de la migración contemporánea ha permitido de manera
objetiva que exista una visibilidad de los inmigrantes haitiano en la sociedad
dominicana, (PNUD, 2010).
Es necesario admitir que dentro de la dimensión de la sociabilidad y
dinámica de los conflictos las informaciones muestran según informe del PNUD
2010 que han aumentado la relación interétnica a nivel de la base social y que
son escasos los conflictos de origen xenofóbicos.
El terremoto de Haití: Una tregua en el conflicto
Según
boletín emitido por el Instituto Sismológico Suizo un terremoto de magnitud 7 se
registra a las 21:53:10 UT, con epicentro localizado a una profundidad de 13 Km
y una diferencia entre una primera y una segunda onda sísmica de 11 minutos y
23 segundos a Bellinzona, Suiza. Dicho sismo fue capaz de iniciar la
destrucción literal de la ciudad de Puerto Príncipe, trayendo consigo a mas d
270,000 perdidas de vidas humanas, además, de la destrucción de la capital Haitiana
la ciudad Jacmel queda seriamente afectada.
El mundo
volcó su atención hacia la maltrecha sociedad e insostenible situación haitiana
que desde hacia tiempo ha venido decayendo en situación de Estado fallido. Fue
tal la situación que internacionalmente fue necesario suplir todas las
necesidades ante tal destrucción y los primeros en llegar en labores
humanitaria fueron los dominicanos.
El
sentimiento de solidaridad infligido por la situación es de tal gradualidad que
la población civil dominicana actuó a expensa de la repuesta oficial con una
premura nunca antes vista ante la desgracia del pueblo haitiano.
Ante la respuesta
dominicana de solidaridad a través de las operaciones humanitaria, también hubo
una respuesta de flexibilizar los controles fronterizos ante el flujo de
heridos por el siniestro, quiere decir esto que se generó un flujo migratorio de nuevos impulsos y que al
cabo de meses se puede contactar en una considerable cantidad de inmigrantes en
suelo dominicano con posterioridad al sismo. Las autoridades de migración
estiman que la migración haitiana actual aumento en un 15 %.
La piedad
por Haití recorre al mundo y todo tipo de manifestación humanitaria y artística,
se pone de manifiesto, como también en la República Dominicana.
Este poema
del poeta dominicano Fernely Lebrón lo explica mejor:
CANTO TRISTE POR HAITI
En tu trayecto la tierra de Petion estaba
señalada
Por el ronco bramido venido de ultratumba
Y los truenos del averno que su fuerza
desplegaron.
Desgarramiento, dolor y un grito eterno que
invade el aire,
Pesada carga de cuerpos mutilados,
Que yacen bajo escombros de un pueblo
flagelado.
…Y Caronte de nuevo ha llenado su barca de
inocentes.
Sórdida caravana de temblores que al terror nos
lleva.
Veo niños, veo ancianos, mujeres y hombres de
miradas perdidas,
Veo un dolor interminable sobre media isla en
el Caribe.
El tiempo se detuvo bajo un cielo que llora la
desgracia
Y la roca inclemente que le asfixia hasta la
muerte.
Sueños truncos y un espacio desolado.
Tú, abaddon, indescifrable ángel sin rostro y
plomiza mirada,
Que sobre hijos del África tendiste la guadaña.
Puerto Príncipe ha muerte por tu culpa.
… Y Caronte de nuevo ha llenado su barca de
inocentes.
Ahora la nada y la vergüenza de un mundo
Golpeado en la conciencia, ayer indiferente,
Por fin, hoy, por Haití enternece la mirada.
Y los brazos de todos se tienden al Caribe
Corriendo ansiosamente al encuentro del
hermano,
El de piel nocturna sembrada de estrellas.
¿Cuál ha sido su Karma?, me pregunto.
¿Cuál la ofensa a Dios? No encuentro respuesta.
Más de quinientos años de tragedia golpeándoles
la piel.
… Y Caronte de nuevo ha llenado su barca de
inocentes.
EN IDIOMA: CREOL
YON CHASON TRIS POU AYITI
Nan tout trajektwa w, te petioon an te frape
Pa you bann ki soti nan tonm
Ak loray ki sóti nan lanfe kap gwonde ak tout fos
yo.
Angwas, doule ak you kri ki pap janm fini
Anvayi’ w ak you bann chay
Ki tonbe sou do pep la.
… E you lót fwa ankóo Karonte ranpli batol ak
ti inosan’w yo.
Yon katafal latranblad ke la perez pote nou.
Mwen we timoun, mwen we granmoun, fanm ak gason
ak yon rega ki tris,
Mwen we you doule ki pap janm fini sou mwatye
sile kin an karayib la.
Tan fe you kanpe anba syel kap kriye
Ak wóch plenyen paske yap toufe jiskaske yo
mouri.
Yon bann vye rev ak yon espas dezole anvayi
nou.
Ou menm, peyi abandone, zanj san figi, ak yon
figi mizerab
Ou lonje mem’ w sou pitit lafrik yo.
Potoprens mouri sou kont ou.
… E yon lót fwa ankó karonte ranpli batol ak ti
inosan w yo.
Kounyea anyen ak lawont frape konsyans tout mond
la
Yon mond kit e diferan ye,
Anfen, jodia, yap resi voye je sou ayiti.
E tout ponyet lonje sou karayib la
Yap kouri san pran souf pou al sove fre yo
Sak ki gen po nwa yo, plante ak zetwal.
Map poze tet mwan kesyon, kisa ki pemet sa?
Kisa, ofanse bondye? Mwen pa jwenn repons la
Plis ke senksan zan depi wap pran kou sou pow.
… W yon lót fwa ankóo karonte ranpli batol ak ti
inosan w yo.
EN IDIOMA: TAINO
YARAVI HAITI
Te sei ti petion ato
Jurican taki guazábara opía macaná Soraya,
Akinao tuyra anaki ka ji.
Nehuentún matuco bua cinato oa serra man,
Seneco ma aya operito.
Macaná mo bina-toali bai nehuentún.
Caronte manicato anki ha kan yaraví guaibbá canoa
techela Taino.
Carib canikin kan-cu anki nehuentún.
o-cama guali. O-cama guarocoel, inarum, cari
o-caama guari,
o-cama manxua-ken ubey kairi Bagua Carib.
Ara teitoca ato turey yaraví buy carate
Ciba kan jaina buyul opía.
Niti bima-thoali.
Ti Abaddon, dai tinao cemiaba-jeiticaco
Bo rabú jeiti Africa tuyra macaná.
Puerto Principe, bajará operito Anaki.
Caronte manicato anki ha kan yaraví yaraví guaibbá
canoa téchele Taino.
Mayani hyen caribana
Mahite tequina nehuen neque,
Manicato toca Haiti neque gueriquen.
Naniqui kaura Caribe-niti
Nehuentún náaniqui tiao,
Tai jeiti seneco wiwa.
Guá isi karma roco.
Guá Soraya aca guamechina ita techela.
Oniken aca carib nehuen yaraví
Caronte manicato anki ha kan yaraví guaibbá
canoa techela Taino.
EN IDIOMA: BASQUE
HAITI ALDEKO ERESIA
Zure ibilbidean hobiz bestaldetik etorritako
orro zakar eta
Bere indarra zabalduzuten abernuko
trumoiengatik seinalatuta
Zegoen Petionen herria.
Urradura, mina eta airea betetzen duen garrasi
betikoa,
Herri zigortu baten hondakinen azpian dautzan
Gorpu moztuen zama astuna
…Eta Karontek arrubeekin bere txalupa bete du
berriro.
Ikarara garamatzan lurrikaren karabana zikina.
Haurrak dakuskit, zaharrak, begirada galduen
gizon-emakumeak dakuskit, karibeko irla erdi baten gainean min bukaezin bat
dakusat
Denbora zoritxarrez negar egiten duen zeru eta
Hil arte ito egiten dion harri gogorraren azpian
azpian gelditu zen.
Amets hautsiak eta gune hondatu bat.
Zu, Abaddon, begirada ilun eta aurpegi gabeko
aingeru ulertezina,
Afrikako seme-alaben gainean sega luzatu zenuena.
Port-au-Prince zure erruz hil da.
…Eta Karontek errugabeekin bere txalupa bete du
berriro.
Orain, ezereza eta mundu baten lotsa
Atzo axolagabe zen kontzientzian joa,
Gaur azkenik, Haiti-ren alde begirada biguntzen
du.
Eta guztien besoak kariberantz luzatzen dira
Irrikaz korrika eginez anaiarekin topo egitera,
Izarrez jositako larruazal ilunekoarekin.
Zein izan da bere karma? Ez dut erantzunik
aurkitzen.
Bostehun urte baino luzeagoko tragediak azala
zigortzen die.
…Eta Karontek errugabeekin bere txalupa bete du
berriro.
Poeta Dominicano Fernely Lebrón
(2010)
Reconocimiento de la ONU a la RD por su solidaridad
con Haití ante la ocurrencia del terremoto.
La República Dominicana por su papel frente a la ocurrencia de
este fatídico episodio ha sido reconocida por la ONU (Organización de las Naciones
Unidas), este evento fue realizado el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria
(19 de agosto 2010).
Desde el año 2008, la Asamblea General de las Naciones Unidas
estableció el 19 de agosto Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, junto
a todos los países, entidades de las Naciones Unidas y Organizaciones
Internacionales y No Gubernamentales a reconocer la labor humanitaria.
En medio de recelosos agentes contestatarios y opinantes con
intereses de por medio, la ONU manifiesta un apoyo inconmensurable a la actitud
dominicana y mediante el siguiente texto, lo confirma… “un reconocimiento público
al Estado, la sociedad civil, el sector privado y a todos y todas
las dominicanas y los dominicanos, por las ilimitadas muestras de
solidaridad brindadas a Haití tras el terremoto del pasado 12 de enero”.
El organismo también dice que fueron “innumerables las
manifestaciones de ayuda y compromiso que surgieron desde las primeras horas de
la emergencia” por parte de todos los dominicanos y del Estado, para proporcionar
asistencia y protección a las víctimas de la catástrofe.
También que la República Dominicana dispuso “de sus propios
recursos, a menudo también limitados” para desplegar su “solidaridad y
generosidad incondicional para salvar vidas y aliviar las necesidades más inmediatas
de la población afectada”, (Diario Libre, 2010, 19 de Agosto).
Debemos
recordar lo escrito por el filosofo Rousseau “No son, por tanto, enemigos por
naturaleza. Son las relaciones entre las cosas y no entre los hombres las que provocan
la guerra” (Rousseau, 1776). Sabemos que han existido ciertos niveles de
conflictividad entre Haití y República Dominicana, sin haber llegado ni en
siglo XX ni en el XXI a conflictos armados, aunque si en el siglo XIX y sin
embargo esas situaciones no impiden una plena solidaridad frente a la
ocurrencia del terremoto del 12 de enero del 2010.
2.2.1.4 Educación e Identidad Nacional
Tradicionalmente
se concebía el nacionalismo en el marco de la concesión Estado-nación, o sea
como un asunto establecido exclusivamente estático a partir de lo étnico desde
un tiempo de surgimiento remoto y una limitación territorial y todo ello
caracterizado por la invariabilidad. Sin embargo existe una nueva concepción de
la nación como una comunidad política imaginada y a la nacionalidad como al
nacionalismo como artefactos culturales (Anderson, 1983), de manera que estos
conceptos implicaban que la nación construye su propia identidad nacional de
igual manera se concibe que la misma sea inventada.
Anderson
define la identidad nacional como un concepto que se construye social y
culturalmente y por tanto significando que existen diferentes experiencias de
nación. Dicho proceso de construcción de la nación implica la realización de
rituales colectivos y practicas simbólicas creando de esta forma una conciencia
de pertenencia a una nación (Hobsbawn, 1983).
Los
símbolos y rituales no solamente incluyen monumentos, conmemoraciones, sino que
además incluyen lugares de memorias y cualquier otro medio que sirva para
representar las diferentes visiones de la nación que ayuda a las personas a
representarse en la nación y a constituir la comunidad nacional. Estas nuevas
concepciones han ayudado a partir de las líneas de estudios a aplicar medios de
educación que incida en el proceso de formación de la identidad nacional,
incidiendo en la educación desde la enseñanzas tradicionales geografía,
historia, lengua nacional, educación moral, que implicaban el despertar de los
sentimientos nacionales. Hoy en día con las nuevas tendencias investigativas
del tema se procura interpretar el funcionamiento del nacionalismo desde arriba
hacia abajo incluyendo planteamientos en este sentido que se incorporen al
currículo académico e incidan directamente en la nueva concepción del
nacionalismo.
Mientras
Anderson habla de la comunidad imaginada Hobsbawn habla de la invención de la
tradición y ambos establecen una relación entre nacionalismo y educación
implicando una naturaleza distinta de los colectivos a los cuales son dirigidos,
ejemplo: categoría de género, clase social, religión o cualquier pertenencia ha
determinado grupo sociales.
Es preciso
mencionar la gran importancia que tiene el papel de la historia y de la lengua
en la formación de los elementos constitutivo de una identidad común y a su vez
los rituales y simbología que merodean a su alrededor. Por tanto, el lenguaje
escrito se complementa con lo iconográfico.
2.2.1.5 Discursos
contestatarios y discursos integracionistas en el marco de la Globalización o
Mundialización
En el quehacer político y
estratégico, interno o externo, insular y estatal existen conveniencias que son
ejercidas según los intereses de los actores que en el interactúan. Ambos
discursos utilizan los elementos culturales que son más representativos de la
identidad nacional para de manera específica influir según sus pretensiones de
intereses. De esa manera se incide en pro o en contra de un equilibrio o desequilibrio
de unas relaciones que históricamente han sido conflictuales.
En el contexto actual es necesario
definir qué llamamos globalización o mundialización, término que es más
representativo ya que las mundializaciones históricamente han ocurrido
ocasionalmente, y en este caso debemos mencionar a la ocurrida en la región y
definida como el descubrimiento de América de 1492. Actualmente es necesario
entender que dentro del proceso de la mundialización en el al que pertenecen la
República Dominicana y Haití, ningunos de los dos países, pueden abstraerse a
esa realidad, ya que este proceso económico y tecnológico, tiene como objetivo
fundamental la integración mundial, que afecta la vida nacional de los países
al tener una dimensión social de gran proporción.
La generalidad de la
mundialización ocurre en los planos, económico, político y cultural y desde
hace un tiempo considerable, hasta la fecha, el balance para los países como el
nuestro para algunos analistas, ha sido negativo, sin embargo enfrentar estos
elementos negativos resulta imposible y a la vez indetenibles, ya que el
proceso avanza en proporciones insospechadas.
La mundialización incluye
interdependencia de los Estados, intercambios comerciales, comunicación virtual
masiva, de modo que las sociedades deben adaptar sus culturas a dichos procesos,
procurando preservar su conciencia cultural a la cual llamamos identidad. Ante
la mundialización las comunidades culturales y sociales se reafirman, sin
embargo el cambio en la cultura nacional es constante e influenciado por la
comunicación y la evolución social, es decir que existe un desarrollo de nuevo
paradigmas para definir la identidad cultural de ambos pueblos aunque debemos
de admitir que la mundialización ocurre más en el plano político y legal que en
el plano cultural (Erasmo Lara, 2004).
Un nuevo proceso de mundialización
representa un vehículo de integración regional en los órdenes comerciales y
políticos que implica ordenamientos jurídicos. Esto implica el establecimiento
de nuevos modelos de participación individual y colectivo así como, la adopción
en términos culturales de un sistema de valores, fruto de la interacción
internacional, en el que los mecanismos de consumo y comercialización son los
lideres del proceso. Es a través de la democracia como sistema político participativo
que esta ultima mundialización ha sido llevada a cabo y en donde se ha reafirmado
la participación de todas las expresiones de las manifestaciones culturales de
los pueblos, no importando la universalización u homogenización, ya que no esta
dirigida a cambiar los núcleo culturales.
Las identidades nacionales
representan la conciencia de los pueblos y aun con el desarrollo multicultural
y étnico se mantiene revitalizando las manifestaciones culturales nacionales y
regionales como respuestas a las influencia a la mundialización.
La mundialización puede ser
ventajosa en la región ya que permitiría la integración en el Caribe y hacia
Centroamérica aun con los peligros que se debe de enfrentar tales como: la
falta de un sistema de ordenamiento jurídico y la debilidad de las estructuras políticas
y que pueden ser controlada por financistas, comerciantes y políticos con un
alto sentido de oportunismo.
En términos culturales existe la
tendencia a la preservación de valores intrínsecos basándonos en el ejercicio
de la fe a través de la religión que en el caso dominicano es Católica y en el
caso haitiano es Vudú.
Cuando hablamos de mundialización
refiriéndonos al termino de mayor uso denominado globalización es necesario que
toquemos el punto de la soberanía, ya que son dos conceptos que se
interrelacionan y hoy en día implican una línea de convergencias conflictivas
porque para algunos la globalización afecta al poder soberano, en lo político,
psicosocial y militar. Aunque para otros dicha globalización solamente se extiende
a los aspectos económicos, políticos y dejando atrás la globalización del
humanismo.
En los aspectos de seguridad
nacional y defensa nacional se ha procurado el fortalecimiento de los organismos
de orden mundial como la ONU y los organismos de orden regional como la OEA (Carta
de la OEA, Protocolo de Cartagena de India, 1985). Es entendible entonces el
proceso de globalización como hasta ahora en mucha ocasiones ha ocurrido se
realiza acosta de la soberanía y a decir de algunos sin garantizar la seguridad
del estado y el bienestar de la misma.
Debemos de definir que soberanía
es la calidad y capacidad suprema que tiene un ente político de autodeterminar
su destino, entonces al referirnos sobre la soberanía nacional existe la
autoridad suprema en la conducción de la política interior del Estado y a la
vez también aquella que implica la conducción de la política exterior, es decir
que en esta caso nos referimos a la soberanía externa.
El desarrollo de los mercados se
ha convertido en la principal fuente de la globalización económica actual en el
que solo se procura un beneficio económico sin miramiento a lo moral, es por
eso que el regionalismo se ha convertido en una alternativa gradual hacia la
globalización. También es necesario entender que la globalización económica y
cultural tiene par algunos punto de no retorno en apariencia al nacionalismo y
a la identidad cultural y afectando de ese modo a la soberanía de los Estados
(Larry Diamond, 1990).
Sin embargo
la sociedad actual de cualquier Estado y en el caso nuestro insular Haití y
República Dominicana, sus sociedades, en particular se encuentran bajo cambio
permanente ya que los contactos interculturales inciden en la dinámica de
cambios que puede ser acelerándolas, retrasándolas o simplemente anulándolas,
es evidente que cuando existe un problema económico se dan relaciones en la que
existe connotaciones de explotación o sometimiento de una comunidad a otro
marcándose así el desarrollo de una transformación ideológica ante los cambio
económicos y social por tanto los contacto interculturales intervienen decisivamente
el la decisión de una realidad histórica (Jaime Alvar, 1989).
Cuando
hablamos de los fenómenos de mundialización y sus implicaciones culturales es
necesario que se ponderen las identidades propias de las regiones y el
particular de las sociedades. Esto implica las identidades de los
Estados-Naciones y significando la comprensión de la diversidad cultural de
carácter identitario propio de los pueblos.
El concepto
de identidad en América Latina se encuentra históricamente ligado a la
aparición de los Estado nacionales, a finales del siglo XVIII lo que significo
una forma moderna de la identidad colectiva (Habermas, 1994), esto produjo que
los pueblos de iguales rasgos culturales se cohesionaran con sus símbolo,
cultos a su próceres, fiestas patria etc., todo alrededor de sus lenguas
nacionales que sustituyeron a las regionales o dialectos (Kennedy, 1993).
Después del
paso de muchos entuertos históricos en la que los pueblos Latinoamericano se
auto-identificaron y se definieron culturalmente llegaron así a encontrar un
refugio en la identidad convirtiendo todo aquello que se extranjero en algo
amenazador a sus tradiciones hoy en día hablar del concepto de identidad
implica una abstracción que puede ser interesada cuando se trata de definir una
correspondencia con la realidad ya que los cambio que experimenta la sociedad
global son muy acelerado y afecta a toda sociedad que incluya a la globalidad
de la cual formamos parte es por tanto necesario que en nuestra condición
insular y muy particular de la que forma parte República Dominicana y Haití nos
encontremos en la obligatoriedad de reenfocar los elementos definitorio de la
identidad para adecuarla a las transformaciones mundiales de actualidad.
Es decir que
la identidad de ambos pueblos quedan definidas por lo que somos ahora mismo
(Arenas, 1997), según una nueva visión postmoderna de la identidad, marcada por
los flujos constante de la interculturalidad en los vehículos de la
comunicación, la sustancia de la información y el ejercicio constante del
predominio económico, cultural y político de una cultura universalizado que
debilita las identidades nacionales pero que a su vez permite el surgimiento de
una que particularmente será la representativa con sus valores y
representaciones simbólicas propias.
Al enfocar la casuística que se produce en las relaciones entre los
dos países, encontramos varios tipos de problemas conflictuales, que aunque
parezcan similares, son diferentes.
De acuerdo a un análisis de la realidad conflictual, que conduce a
la verificación de algún tipo de problema ético y político entre las dos
naciones, encontramos también la
existencia a la vez de dos culturas, por lo que es necesario ponderar la
concepción de una hipótesis que pueda que pueda arrojar resultados con una apreciación
académica de criterios probables.
Cuando nos referimos al análisis
de la casuística, nos referimos a una aproximación deductiva de la dialéctica de
los hechos. Reflexionando sobre cada uno de los casos en procura de las
verdades probables e ineludibles que puedan entrar dentro de un cuerpo de afirmaciones
académicamente aceptables.
El marco referencial de la
casuística, es en un periodo de siete años (2003-2010), tiempo de ocurrencia de
los casos analizados, a los cuales se les aplica la
metodología científica bajo el control de las variables, evitándose la
contaminación de la investigación. La aproximación especulativa y reflexiva
sirve de guía para llegar a resultados
de posibles verdades ponderables.
Según los conflictos seleccionados
entre las dos naciones, ocurridos durante los últimos siete años (2003- 2010), tomaremos
los más relevantes por año, según la connotación social de los hechos ocurridos,
es decir, que se seleccionara, uno por cada año.
CAPÍTULO III
3.1 Tipo de Investigación.
La investigación a realizar, por
sus características será de tipo descriptiva, la cual según Roberto Sampieri (2003: p. 119): “Es la que busca especificar
propiedades, características y rasgos importantes de cualquier fenómeno que se
analice”. Se dice que es de este tipo, ya que el estudio se basa en
analizar tendencias conflictuales entre comunidades dominicanas y haitianas en
el contexto integracionista de la globalización.
Forman
parte de la investigación documental todos los documentos y/o bibliografía
existente que sirven de base al estudio, y para los datos de primera fuente o
estudio de campo que se realizará, a través del cual se espera adquirir algunos
datos que no están plasmados en ninguna bibliografía, se impartirá un
cuestionario.
El
enfoque de la investigación es cuantitativo, Según Roberto Sampieri
(2003: p. 6): “Es el que utiliza la recolección de datos para probar hipótesis
con base en la medición numérica y el análisis estadístico para establecer
patrones de comportamiento.”Los estudios cuantitativos se asocian con los experimentos, las
encuestas con preguntas cerradas o los estudios que emplean instrumentos de
medición estandarizados.
3.2 Métodos de
Razonamiento.
En esta investigación se utilizará
el método analítico, que se aplica para descomponer un todo en sus partes, para
estudiar en forma intensiva cada uno de sus elementos, así como las relaciones
entre sí y con el todo.
En el caso estudiado, se utilizara
el método analítico, ya que para determinar la tendencia al conflicto entre
Haití y la Rep. Dominicana, según los últimos eventos de confrontaciones entre
comunidades haitianas en suelo dominicana, se debe analizar el problema
planteado, descomponiendo en sus partes todos y cada uno de los elementos que
intervienen para poder tener una mejor claridad del objeto de estudio, para
llegar al fin perseguido.
Se utilizará también el método
deductivo, con el objeto de partir de aspectos generales de la investigación
para llegar a situaciones particulares, que permitieron elaborar las
conclusiones y recomendaciones finales.
Además de realizar una
aproximación por análisis del tema haremos una ponderación intuitiva
intelectivamente.
3.3 Técnicas de Investigación.
Las técnicas utilizadas para el
levantamiento de datos en este proyecto, consistirán en entrevistas, que según
Tamayo y Tamayo (1986: p. 117) es: “Obtención directa de respuestas de un
sujeto por parte del investigador, el cual las anota”.
Para realizar dichas entrevistas,
se utilizará un cuestionario de tipo estructurado, lo cual facilitará
ampliamente la comunicación con la muestra, y de esta forma, se obtendrán los
datos directos de las personas que forman parte del proceso, debido a que en
ella se tienen preguntas previamente formuladas.
De la población general que en la
actualidad conforma el universo participativo de opinión publica sobre el tema
en ambas naciones, fue seleccionada una muestra representativa, la cual, “es
una unidad de análisis o un grupo de personas, contextos, eventos, sucesos,
comunidades, entre otras, sobre el (la) cual se habrán de recolectar datos, sin
que necesariamente sea representativo(a) del universo o población que se
estudia.” (Hernández, Fernández y Baptista, 2003: op. cit. p. 306).
El tipo
de muestra utilizada es de tipo probabilística, ya que según Hernández,
Fernández y Baptista (2003, p. 305) “la muestra probabilística es un subgrupo de la
población en el que todos los elementos de ésta tienen la misma posibilidad de
ser elegidos.” Y agrega que “las mismas son esenciales en los diseños de
investigación por encuesta.” (p. 307).
Para
la aplicación del cuestionario se seleccionará una muestra dentro del universo
mencionado, para lo cual se utilizará la fórmula siguiente:
n = ___(Z²) (p) (q) (N)______ , donde
(N) (Sp)²- (Sp)² + (p) (q) (Z)²
n = Tamaño de la muestra
Z = Limite de confianza o de probabilidad (Se usa Z= 1.96 que nos
da un 95% de probabilidad)
p = Probabilidad de error 0.5 (50%)
q = Probabilidad de rechazo 0.5 (50%)
Sp = Margen de error estándar = 10% = 0.1
N = Tamaño de la población o universo = (25)
Para obtener el tamaño de la muestra se realizó la siguiente
operación.
n= (1.96)2
(0.5) (0.5) (25)________
(25)
(0.1)2 - (0.1)2 + (0.5) (0.5) (1.96)2
n= ___(3.8416) (0.25)
(25)_____________
(25) (0.01) – (0.01) +(0.25) (3.8416)
n= ___24.01___ =
20.00167, donde se tomará: n = 20.
1.200
3.4 Análisis comparativo
ANALISIS E INTERPRETACION DE LAS
INFORMACIONES RECOGIDAS EN LAS ENTREVISTAS A LOS EXPERTOS.
Como resultado
de las entrevistas realizadas a 5
Expertos sobre el Tema de Investigación, tenemos:
Situación No. 1
PREGUNTA No.1
|
OPCIONES
|
Expertos
(Frecuencia)
|
%
|
Conoce usted si existen discursos conflictivos en la opinión pública que amenazan la estabilidad entre ambos países?
|
a) SI
|
4
|
80
|
b) NO
|
1
|
20
|
|
TOTAL
|
5
|
100
|
Situación No. 2
PREGUNTA No.2
|
OPCIONES
|
Expertos
(Frecuencia)
|
%
|
Considera usted que la mayor frecuencia de los hechos de
conflictos entre nacionales haitianos y dominicanos conllevan a la tendencia
a un conflicto mayor o generalizado?
|
a) SI
|
5
|
100
|
b) NO
|
0
|
0
|
|
TOTAL
|
5
|
100
|
Situación No. 4
PREGUNTA No.4
|
OPCIONES
|
Expertos
(Frecuencia)
|
%
|
¿Considera usted que la escases de recursos influye en la ocurrencia
de los últimos conflictos o confrontaciones entre nacionales de ambos países?
|
a) SI
|
5
|
100
|
b) NO
|
0
|
0
|
|
TOTAL
|
5
|
100
|
Situación No. 5
PREGUNTA No.5
|
OPCIONES
|
Expertos
(Frecuencia)
|
%
|
¿Considera usted que lo identitario es Reafirmar lo que tienes
de diferencia frente a lo que tienes de común y si esto puede incidir en los
niveles de conflictos de los últimos hechos?
|
a) SI
|
2
|
40
|
b) NO
|
3
|
60
|
|
TOTAL
|
5
|
100
|
Situación No. 6
PREGUNTA No.6
|
OPCIONES
|
Expertos
(Frecuencia)
|
%
|
¿Considera usted que los niveles de agresividad de la sociedad
haitiana manifiesta en una característica como matar cortando cabezas provoca
efectos en la psiquis del dominicano?
|
a) SI
|
5
|
100
|
b) NO
|
0
|
0
|
|
TOTAL
|
5
|
100
|
Situación No. 7
PREGUNTA No.7
|
OPCIONES
|
Expertos
(Frecuencia)
|
%
|
¿Considera usted que existen diferencias culturales que generan
una percepción psicológica distinta frente a la muerte?
|
a) SI
|
5
|
100
|
b) NO
|
0
|
0
|
|
TOTAL
|
5
|
100
|
Situación No. 8
PREGUNTA No.8
|
OPCIONES
|
Expertos
(Frecuencia)
|
%
|
Propondría usted algunas sugerencias de discursos
integracionistas para garantizar un desempeño exitoso en el contexto de
globalización entre ambas naciones?
|
a) SI
|
3
|
60
|
b) NO
|
2
|
40
|
|
TOTAL
|
5
|
100
|
Situación No. 9
PREGUNTA No.9
|
OPCIONES
|
Expertos
(Frecuencia)
|
%
|
Considera usted que la pobreza inciden en la cultura de los
pueblos?
|
a) SI
|
5
|
100
|
b) NO
|
0
|
0
|
|
TOTAL
|
5
|
100
|
Situación No. 10
PREGUNTA No.10
|
OPCIONES
|
Expertos
(Frecuencia)
|
%
|
Es la pobreza una consecuencia cultural
|
a) SI
|
4
|
80
|
b) NO
|
1
|
20
|
|
TOTAL
|
5
|
100
|
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
¿Habrá un
conflicto mayor o generalizado? ¿Existe una tendencia en aumento de los
distintos conflictos ocasionales entre dominicanos y haitianos?
A pesar de
todas las informaciones documentales sobre teorías socio culturales que definen
la relación entre ambos pueblos y que afirman la existencia de niveles
conflictuales considerables, que pudieran conllevar a realidades lamentables,
es difícil sin temor a equivocarse, asegurar
una aseveración afirmativa, en el campo social y humano que analizamos.
Pero a
pesar de lo escarpado, que resulta aferrarse a verdades movedizas de índole
social, debemos establecer marcos referenciales que pudieran guiar a este
“titanic”, por así decirlo, sin que pudiera chocar con un “iceberg”, en sentido
figurativo.
Esta isla
con dos culturas, dos pueblos ha navegado en el tiempo, zigzagueando entre los
vaticinios de conflictos y amenazas de guerras de baja intensidad, no obstante
las experiencias históricas de fricciones bélicas del pasado.
Analizando
el marco teórico, que explica los niveles socioestructurales de las sociedades
particulares de ambos pueblos, y de igual manera los niveles psicoculturales de
los habitantes de ambas naciones, se puede deducir que el nivel conflictual implicado
es de consideración, perceptible en lo proclive que resultan ser ambas naciones
para lo conflictual, a la vez que se verifica que el desarrollo sociocultural de
ambos pueblos, no es suficiente para detener la animadversión histórica entre
ambos, sin que existan los medios educativo que fomenten la tolerancia para
subsanar los traumas históricos fijados en la memoria identitarias que los
hacen proclive a los fenómenos conflictuales.
Podemos
visualizar niveles de conflictos más altos en la sociedad haitiana, conociendo
esta realidad en su histórica que explican las razones tendenciales al conflicto de su identidad
actual.
Aunque existe una tendencia conflictual entre ambas naciones a partir de
una frecuencia progresiva de conflictos menores es difícil determinar la
ocurrencia futura de un conflicto generalizado o de guerra de baja intensidad.
Ya que en
un mundo globalizado y un contexto interconectado tecnológicamente resulta muy
difícil que las noticias e informaciones concernientes al tema no sean llevadas
por la opinión publica a frenar la ocurrencia de hechos mayores, ya sea por la
intervención de la comunidad internacional o por el trabajo local de
representantes de organizaciones gubernamentales o no gubernamentales, para detener
en lo inmediato una posible guerra de baja intensidad.
La
posición privilegiada de la isla de la Hispaniola implica una importancia
geopolítica única para los Estados Unidos quien de una manera u otra sería uno
de los actores principales que actuarían para evitar la generalización de esto,
de igual manera distintos organismos de aplicación de los derechos humanos
actuarían en consecuencia dando la voz de alarma.
Hay que admitir
que la ocurrencia de conflictos entre ambas naciones se encuentra en el marco
de las necesidades que generan mayor presión social, como lo es, la tenencia de
un empleo, conociendo la realidad de la mano de obra barata, que representa la
migración haitiana en la Rep. Dominicana, y a la vez, el desplazamiento laboral que
genera la misma.
Otra
conceptualización que se debe afirmar, es que existen conflictos entre ambas naciones
en el marco de lo identitatario, ya que existen elementos identitarios
nacionales que implican problemas de resentimientos colectivos impregnado en la
memoria social histórica en ambos pueblos.
La
migratoria haitiana hacia la República Dominicana, aunque esta constituida por
una tendencia hacia las ciudades, implica también diversidad geográfica de
acuerdo al sistema de contratación en la economía de servicios dominicana, por
tanto esta realidad define lo diversos lugares donde existen niveles conflictuales,
o sea en las aéreas laborales de contrataciones.
Para
entender cuan proclive al conflicto es la situación entre dominicanos y haitiano,
ha sido obligatorio ponderar las condiciones socio-económica entre ambos
pueblos, acudiendo a la tesis lógica de
cuanto menor el desarrollo socio-económico entre ambos países mayor es
la tendencia conflictual, esto implica que siendo Haití un Estado considerado
fallido, procurara ayuda en el marco de la supervivencia con el país fronterizo
(Rep. Dominicana), que se encuentra en condiciones de cierto desarrollo dentro
un margen de pobreza, pero con la incidencia de la situación haitiana, implica
la generalización de la pobreza en una misma isla.
Haití con
su situación particular, posee agravantes como su situación demográfica, su
situación medio ambiental, sanitaria, política y sobre todo su situación
laboral que se traduce en una gran impulsión de la migración haitiana (PNUD,
2010).
Los
niveles de conflictividad entre ambos pueblos, se inician en el marco de lo histórico, lo identitario
culturalmente, en el marco del desplazamiento laboral, en el marco de la
exclusión social (descendientes haitianos en Dominicana); sin embargo se hace
necesario comprender que cada una de las vertientes de la problemática del
conflicto, convergen en lo migratorio, o sea, en un tipo de migración irregular
que procura la supervivencia como reclamo existencial.
Para
realizar un análisis conflictual, en este caso es necesario verificar las
dimensiones de la sociabilidad y las dinámicas del conflicto en cuestión y de hecho al realizarlos se pueden verificar
un aumento de las relaciones inter-étnicas a nivel de la base social y con poca
presencia de conflictos con elementos xenofóbicos, (PNUD, 2010).
Recomendaciones frente
al asunto migratorio haitiano
Después de
reconocer que el asunto migratorio constituye el punto más importante dentro
del conflicto dominico-haitiano por ser la parte medular de la base social que
incide en la problemática, es necesario, por tanto, la articulación de una
política migratoria aplicada en las siguientes aéreas básicas:
· Un plan de regularización de los
inmigrantes,
· La inclusión e integración social de
inmigrantes y descendientes,
· Controles fronterizos y migratorios,
· Incrementar la institucionalización para
ordenar el sistema migratorio,
· Políticas aclaratorias dirigidas a los
actores que inciden en la problemática migratoria,
· Mejoramiento de los sistemas de
información,
· Delinear coordinaciones en los aspectos
relativos a las relaciones internacionales,
Cuando
hablamos de un plan para regularizar
a los inmigrantes es necesario que se pondere la aplicación de un plan que va
mas allá del control de las entradas y salidas de una inmigración procedentes
de Haití, ya que existe una parte de esta población que ha creado descendientes
en suelo dominicano y que además han residido durante largo tiempo.
La ley actual de migración 285-04
establece disposiciones que procuran la integración social de esa población a
la sociedad.
Dentro de
la aplicación de la ley de migración, es necesario la articulación de un plan
de regularización migratoria con la ayuda técnica nacional e internacional, en
la asesoría institucional a la organización regente de la ley, nos referimos al
Consejo Nacional de Migración (CNM).
Este plan de regularización se le aplicaría
a la población ilegal en el país, según su tiempo de permanencia en este, o vínculos
con la sociedad, condiciones laborales, y condiciones socioeconómicas. También
es necesario que se contemple en su implementación los aspectos logísticos de
la nación anfitriona.
Programa de repatriación y reinserción en Haití
Este
proceso de regularización conlleva a un proceso de reinserción en la sociedad haitiana de
aquellos inmigrantes que no califiquen dentro de los requerimientos que se
definan, según el plan regularizador. Este proceso se cumple según los
estándares internacionales del derecho internacional, con el apoyo y
colaboración económica de la comunidad internacional, y por supuesto las
coordinaciones con las autoridades haitianas y dominicanas.
El proceso
de regularización debe incluir políticas que conlleven a la integración social, a los residentes
regularizados en país dominicano. Estas políticas a su vez, están integradas
por programas de combate a la pobreza,
asentamientos, protección laboral, educación y salud, pero antes es necesario,
la ponderación de los recursos que el Estado dominicano puede proporcionar para
la ejecución de estos programas, debido al déficit en sectores de servicios,
como por ejemplo, en el sector salud al suplirse la población dominicana mas la
adicional de los inmigrantes ilegales.
Existe la
intención inicial del financiamiento por parte de la comunidad internacional para
la ejecución de dichos programas. Pero hay que tomar en cuenta la legislación
nacional en materia laboral y su ejecución, en el tenor de que se cumpla con la
proporción debida de las plazas disponibles según sectores laborales,
principalmente el de contrataciones o servicios, y por supuesto basándose en
los estudios fidedignos que indiquen las disponibilidades laborales reales
fomentándose así un clima de confianza y armonía entre las partes
conflictuales.
Un punto
clave en la aplicación de las políticas migratorias que se contemplan, es la
necesidad de fomentar los valores de
tolerancia procurándose de esa forma asegurar el éxito del proceso.
Mediante
la articulación de acciones educativas a nivel de la educación formal a toda la
población, para crear conciencia de tolerancia y legitimidad en el proceso. La
educación debe estar dirigida a romper estereotipos culturales prejuiciados y para esto, es necesario que se fomente la
enseñanza de la historia de ambos pueblos en el ideario de la tolerancia mutua.
La ampliación y mejora de los controles
migratorios en general y en la frontera de manera eficiente y eficaz, contribuiría a
evitar no solo inmigrantes ilegales, sino que contribuye a reducir el nivel conflictual
entre ambas naciones. Sin embargo la aplicación de un mayor control fronterizo,
ha sido vista tradicionalmente por los políticos locales, como la principal
razón que detonaría una migración masiva
y violenta, desde Haití hacia la República Dominicana, a decir de estos,
porque cerraría de golpe una válvula de
escape a la desesperante situación de la nación haitiana.
Control y vigilancia fronteriza mediante un órgano ejecutor de esa
vigilancia que actúe en coordinación con los niveles estratégicos, colocados en
la institución regente de los aspectos migratorios y la aplicación de su
política, teniendo conciencia de la realidad espacial, es decir que se debe
apegar a la reconfirmación y localización de los bordes fronterizos
establecidos en el Acuerdo de Delimitación Fronteriza del 1929 y el protocolo
de Revisión del 21 de enero del 1936.
Acciones de desarrollo en la región Fronteriza son necesarias debido a la desigualdad
social existente en el país que empuja a los habitantes de la región fronteriza
a abandonarla hacia las zonas urbanas. Por eso y entre otras cosas se requiere
del fortalecimiento de proyectos en el área de los servicios básicos, de
educación, de la salud.
Trata de personas, y todo tipo de acción delictual
o ilegal que se interrelacionen como tráfico de droga, armas, contrabandos,
robos, etc.
Una policía especializada en asuntos migratorios, que tendría como misión la acción,
control, y la realización de operativos de aprehensión de migrantes irregulares
en el territorio nacional y sobre todo en la frontera dominico haitiana. Los
procedimientos legales deben será aplicados en el contexto de los derechos
humanos.
En el marco de los asuntos laborales, deben aplicarse controles eficientes y
eficaces en los ámbitos laborales bajo el cumplimiento de las legislaciones
existente en esta materia y las garantías de los trabajadores migrantes, así
mismo, como la articulación de sanciones a empleadores violadores de la
regulaciones establecidas en el marco regulatorio.
Las deportaciones, son aplicadas como la culminación de un proceso
ordinario de la gestión pública en lo que concierne a la política migratoria y
son totalmente legítimas frente a las violaciones de las normas migratorias
establecidas.
Mejorar los vínculos entre los actores, es necesario el entendimiento entre los
actores económicos, sociales y políticos, en los ámbitos del mercado, el
sistema político, la cultura y la sociedad. Por tanto la concientización de los
empresarios contratante de mano de obra inmigrante, de los partidos políticos,
de los medios de comunicación, de los grupos de la sociedad civil debe de estar
dentro del mismo sistema de sensibilización de la problemática migratoria.
Mejoramiento de las relaciones internacionales, con la cooperación de los actores
internacionales como las Naciones Unidas, La Unión Europea, en procura de
contribuir en programas objetivos no solamente con el aporte financiero, sino
con las experiencias propias obtenidas, en la aplicación de políticas
migratorias.
La comisión mixta bilateral dominico-haitiana, existe desde el 13 de marzo de 1996, la
cual ha venido realizando grande contribuciones en el entendimiento de la
problemática dominico-haitiana, sin embargo, es necesario la traducción de las
planificaciones realizadas hacia el establecimiento de mecanismos técnicos que
conlleven a su posterior ejecución,
Relaciones con los organismos internaciones del
ámbito migratorio y derechos humanos, para reducir los niveles conflictuales utilizados
por los medios contestatarios, es necesario procurar mejorar la imagen del país
en el plano internacional. No solamente los ámbitos oficiales, sino también los
empresarios, empleadores, sindicatos, partidos y sociedad civil deben redefinir
sus relaciones con la comunidad internacional, en virtud de fortalecer
relaciones de cooperación, en procura de la aplicación de un clima de derechos
generalizados, (PNUD, 2010).
Respetando
los márgenes fronterizos y los ámbitos soberanos dentro de las relaciones de
países, debemos reconocer y establecer que se contribuye a la reducción de
conflictos entre los Estados con el cumplimiento del derecho internacional entre
las naciones, esto así regularizando la migración, como también fomentando una
filosofía de interculturalidad dentro de los grupos de inmigrantes que conviven
en suelo dominicano, principalmente los inmigrantes haitianos a cuya
problemática nos hemos referido.
La
filosofía de la interculturalidad juega un papel preponderante dentro de la
situación conflictual dominico-haitiana, porque no sólo cobra importancia en el
contexto de la mundialización, si no que en el caso
particular, puede servir para mediar entre las fricciones de las memorias
identitarias de ambos Estados, así como también entre la problemática socioeconómica,
entre los intereses de grupos que fomentan discursos contestatarios, con la
inclusión de la tolerancia en los procesos sociales (Fornet- Betancourt, 2004).
BIBLIOGRAFÍA
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MODELO DE ENTREVISTAS APLICADA A
PERSONAJES QUE GENERAN OPINION PUBLICA
ENTREVISTADO____________________________________________
Objetivo: Obtener, analizar y evaluar las informaciones de primera
mano sobre los conflictos éticos y políticos entre la Rep. Dominicana y Haití
en su evolución en los últimos tiempos, en el contexto de la globalización.
1. Conoce
usted si existen discursos contestatarios
o conflictivos en la opinión pública que
amenazan la estabilidad entre ambos países?
Sí___ No___
Explique ___________________________________________________________
_________________________________________________________________
2. Considera usted que la mayor frecuencia de
los hechos de conflictos entre nacionales haitianos y dominicanos conllevan a la
tendencia a un conflicto mayor o generalizado?
Sí___ No___
Explique_______________________________________________
3. Existen elementos
identitarios que se pueden verificar en los discursos renovados de ambas
naciones?
_________________________________________________________
_________________________________________________________
4. ¿Considera
usted que la escasez de recursos influye en la ocurrencia de los últimos
conflictos o confrontaciones entre nacionales de ambos países?
Sí___ No___
Explique_______________________________________________
5. ¿Considera usted que lo identitario es Reafirmar
lo que tienes de diferencia frente a lo que tenemos en común y si esto puede
incidir en los niveles de conflictos de los últimos hechos?
Sí___ No___
Explique_______________________________________________
6. ¿Considera
usted que los niveles de agresividad en ambas culturas y sus características
propias, inciden en la predisposición conflictual?
Sí___ No___
Explique_______________________________________________
7. ¿Considera
usted que existen razones culturales que generan una percepción psicológica distinta
de la valoración de la vida frente a la muerte?
Sí___ No___
Explique_______________________________________________
8. Propondría usted algunas sugerencias de
discursos integracionistas
Para garantizar un desempeño exitoso en el contexto de
globalización entre ambas naciones?
Sí___ No___
Detalle las
sugerencias:____________________________________
9. Considera usted que la pobreza inciden en la
cultura de los pueblos?
Sí___ No___
Explique_______________________________________________
10. O es la pobreza una
consecuencia cultural?
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